Stephen Leahy (IPS/Uxbridge, Canadá).- Aun si se multiplicaran por 10 las áreas dedicadas en el mundo a conservar plantas, animales y otras especies, no serían suficientes para afrontar los grandes problemas del siglo XXI: el aumento poblacional, el consumo desmedido y el uso ineficiente de los recursos.
Y si no se encaran todos estos temas, la humanidad llegará a los 10.000 millones de personas en 2050 y necesitará otros 27 planetas Tierra para pagar el costo ambiental de la demanda de recursos, estima un nuevo estudio. El tamaño y el número de áreas protegidas en tierra y mar se incrementaron drásticamente desde los años 80, totalizando hoy más de 100.000 y cubriendo 17 millones de kilómetros cuadrados de suelo y dos millones de kilómetros cuadrados en océanos. No obstante, las especies se extinguen más rápido que antes, alerta el estudio publicado la última semana de julio por la revista Marine Ecology Progress Series. «Para mí es increíble que no hayamos podido afrontar este fracaso de las áreas protegidas», dijo el principal autor del trabajo, Camilo Mora, de la Universidad de Hawai: «Nos sorprendió que la evidencia de los últimos 30 años fuera tan clara», dijo Mora a IPS. La capacidad de las áreas protegidas para frenar la pérdida de biodiversidad -la disminución de la variedad y del número de especies vivas-ha sido sobreestimada por mucho tiempo, según los expertos. La realidad es que la mayoría no están realmente protegidas. Muchas son sólo «parques de papel», esto es, resguardadas en teoría. Más de 70 por ciento se ubican en esta categoría, dijo Mora. El estudio muestra además que los gastos mundiales en áreas protegidas son hoy de 6.000 millones de dólares por año, y muchas no reciben los fondos suficientes para una administración adecuada. Gestionar efectivamente estas áreas requiere de unos 24.000 millones de dólares anuales, cuatro veces más de la inversión actual. «La pérdida de biodiversidad y sus consecuencias para el bienestar de la humanidad son de gran preocupación y ha desatado fuertes llamados para expandir el uso de áreas protegidas como remedio», explicó el co-autor del estudio Peter Sale, biólogo marino y director asistente del Instituto de Agua, Ambiente y Salud de la Universidad de las Naciones Unidas: Pero éstas «son una falsa esperanza», dijo Sale a IPS. Consultado sobre el acuerdo mundial sobre biodiversidad alcanzado en Nagoya, Japón, para poner 17 por ciento de las tierras y 10 por ciento de los océanos del planeta bajo protección para 2020, Sale señaló: «Es muy poco probable que se alcancen esas metas» debido a la creciente necesidad de alimentos y otros recursos: «Aun si esos objetivos se alcanzaran, no se detendría la pérdida de biodiversidad», señaló. Una de las razones es que, una vez que se crea una zona protegida, la industria se traslada otro lugar para extraer recursos. Otro de los motivos por los cuales las áreas protegidas no son una respuesta es que no pueden controlar el impacto de la contaminación o del cambio climático. Finalmente, la presión sobre los recursos del planeta aumenta tan rápido que «el problema se escapa de toda solución», indicó. La pérdida de biodiversidad es preocupante ya que se trata del único sistema de apoyo que tiene la humanidad para su supervivencia: le provee desde alimentos, agua y aire limpio, hasta recreación y turismo, indicó Mora. La única estrategia hoy es la creación de áreas protegidas, pero «eso es poner todos nuestros huevos en una sola cesta», alertó. «Se necesita un gran cambio para afrontar las raíces del problema». El aumento poblacional es la principal causa de la pérdida de biodiversidad. Cuando el número de habitantes del planeta era de 5.000 millones en 1985, el uso de recursos superaba a lo que la Tierra podía sostener en forma indefinida, según varias estimaciones, indicó Mora. Hoy la población mundial es de 7.000 millones, mucho más de lo que la Tierra puede sostener. Para 2050, con una población estimada en 10.000 millones y si no se cambian los patrones de consumo, el uso acumulado de recursos naturales equivaldrá a la productividad de más de 27 planetas Tierra, estimó el estudio. Para sostener a los actuales 7.000 millones de personas se requiere de un drástico cambio en el uso de recursos. Actualmente, la huella ecológica promedio de cada ciudadano de Estados Unidos es de 10 hectáreas, mientras que la de un haitiano es menor a una. El planeta podría sostener a toda la humanidad si la huella promedio de cada persona fuera de dos hectáreas, calculó Mora. Si hay más gente, simplemente habrá menos recursos disponibles para todos, por lo cual se necesitará un control de la población, señaló.