JUAN ROMERO DE LA UNIDAD BÁSICA “MADRYN PARA TODOS” Y PAMELA IDIARTE DE LA UNIDAD BÁSICA “LEALTAD JUSTICIALISTA”
A 34 AÑOS DE “LA NOCHE DE LOS LÁPICES”: Una página negra en la historia argentina de la segunda mitad del siglo XX, se recuerda cada 16 de septiembre desde los hechos ocurridos en 1.976 en la ciudad de La Plata, donde se produjo una serie de secuestros de diez estudiantes de secundaria conocida como «La Noche de los Lápices». Este suceso fue uno de los más representativos dentro de la represión impuesta por la dictadura cívico-militar conocida como Proceso de Reorganización Nacional, ya que las desapariciones se realizaron sobre estudiantes, en su mayoría, menores de edad. Es inevitable sentirse identificado con estos jóvenes estudiantes y militantes que luchaban por una sociedad más noble e igualitaria y por una patria justa, libre y soberana. Las víctimas eran en su mayoría militantes o ex militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (U.E.S.) de La Plata. Esta agrupación, junto a otras, había reclamado en 1975, ante el Ministerio de Obras Públicas, el otorgamiento del boleto estudiantil secundario. Arrancados de sus camas con la promesa de que serían devueltos en pocas horas, los chicos de La Noche de los Lápices pasaron por un calvario antes de pasar a integrar la nómina de 232 adolescentes desaparecidos en el país. Cuatro de los estudiantes secuestrados sobrevivieron a las posteriores torturas y traslados impuestos por la dictadura. “Exponentes genuinos de una generación ansiosa de cambios sociales y políticos que irrumpió en la política con el regreso de Perón al país, en 1972, todos hacían trabajos voluntarios de apoyo escolar, sanitario y jurídico en barrios pobres y habían participado en 1975 de las movilizaciones por el boleto estudiantil secundario (BES)” comenta entusiasmado Juan Romero en representación de la secretaria de la juventud de la Unidad Básica “Madryn Para Todos”. La noticia del secuestro de adolescentes sacudió en su momento a la capital bonaerense, una ciudad orgullosa de su tradición cultural y educativa donde los juzgados comenzaban a llenarse en esos días con unos 2500 pedidos de hábeas corpus. “Aunque los avatares de nuestras democracias conlleven grandes problemas económico-sociales, no debemos dejar de valorar y recordar nuestros derechos y garantías constitucionales, defender la educación pública y gratuita; pues a un pueblo educado y culto es más difícil dominarlo, quitarle su dignidad” explica la referente juvenil de la Unidad Básica “Lealtad Justicialista”, Pamela Idiarte. El operativo de La Noche de los Lápices fue un secuestro planeado y sistemático de estudiantes secundarios, relacionados con un hecho justificado para ellos: anular una potencial resistencia al proyecto adulto o político a implementar. El operativo partió de suponer la desarticulación política y militar de las organizaciones guerrilleras, y de los sectores universitario o barrial, de modo que buscaban la desarticulación de los secundarios. Todo hace pensar que ese operativo empezó por agosto y terminó sobre fines de noviembre.