El 1 de julio de 1974, dejaba de existir el único ciudadano que fue elegido presidente de la Argentina en tres oportunidades. Su figura y sus ideas marcaron un antes y después en la historia nacional del siglo XX. Juan Domingo Perón murió a los 78 años, mientras cumplía su tercer mandato como Presidente de la Nación y cerraba una carrera política que marcó un punto de inflexión en la historia argentina del siglo XX. Defendió los derechos de los trabajadores, impulsó la industria nacional, incentivó el desarrollo de la actividad gremial y sindical, propulsó el voto femenino, integró a la mayoría de la población argentina a la vida política y creó un movimiento político y social que continúa articulando intereses de amplios y mayoritarios sectores sociales. Dueño de un carisma único, una oratoria cautivante, una prosa privilegiada y una visión del contexto político y social única, todavía es objeto de amores y de odios, pero nunca de indiferencia. Ha sido el único ciudadano elegido Presidente de la Nación Argentina en tres ocasiones; la primera, en las elecciones del 24 de febrero de 1946, para el período 1946-1952; la segunda, en las del 11 de noviembre de 1951 para el período 1952-1958, que no alcanzó a completar debido al golpe militar que lo derrocó el 16 de septiembre de 1955 y la tercera el 23 de septiembre de 1973, tras 18 años de exilio, para el período 1973-1977, que no pudo completar a causa de su fallecimiento. María Estela Martínez, su esposa al momento de su muerte, lo sucedió. En medio de la violencia política imperante en ese entonces «Isabelita» fue derrocada el 24 de marzo de 1976 y sustituida por una junta militar. Su figura no es sólo un referente para explicar la historia argentina de mitad del siglo XX para acá, también tuvo y tiene una presencia indiscutible en la vida cotidiana de la mayoría de la población que por primera vez se incorporó al mercado laboral y a la participación política en un marco de reconocimiento de sus derechos sociales.