Daniela Lauria, Infoling / Infoeditexto. El Diccionario integral del español de la Argentina (DIEA)1 constituye un acontecimiento lingüístico en la historia de la lengua española de la Argentina por las características novedosas que presenta. El proceso de gramatización del español en la Argentina se inició en la segunda mitad del siglo XIX Sin embargo, la conciencia de la peculiaridad del léxico condujo a estudiar, organizar y publicar únicamente diccionarios y vocabularios regionales o complementarios (indigenismos, ruralismos, provincialismos, regionalismos, barbarismos, argentinismos) con respecto a los instrumentos lexicográficos producidos en España básicamente al Diccionario de la Real Academia Española (DRAE)2. El DIEA es una obra en un solo tomo voluminoso y consta de cuatro partes. Abre con un prólogo escrito por el Dr. José Luis Moure, profesor de la Universidad de Buenos Aires, investigador del CONICET y miembro de la Academia Argentina de Letras. La segunda parte es la presentación del diccionario a cargo de una de las integrantes de la asesoría técnica que diseñó el corpus, redactó la planta (conjunto de disposiciones sobre el contenido y sus componentes) y conformó el lemario (conjunto de palabras que se describe), la Dra. Andreína Adelstein, investigadora del CONICET y de la Universidad Nacional de General Sarmiento. La tercera parte es el diccionario propiamente dicho. El volumen cierra con una sección de apéndices. El punto de partida innovador del DIEA es tomar como lengua de referencia el español estándar de la Argentina y elaborar un diccionario integral de dicha variedad3. Con ese objetivo, se procuró, entonces, describir el léxico fundamental que circula en la actualidad en el país. El prólogo comienza con un panorama de la historia del español de América y del proceso de codificación de la lengua española. Luego, da cuenta de los rasgos lingüísticos propios del español americano en general y del español de la Argentina en particular con el fin de considerar la legitimidad de las variedades lingüísticas nacionales y de abandonar la idea de que Madrid es el único centro irradiador de la norma correcta y legítima. A continuación, se caracteriza el diccionario monolingüe y se apuntan, sin desmerecerlo, las insuficiencias que presenta el DRAE con respecto al léxico de las variedades americanas, debido a la centralidad otorgada a la modalidad peninsular. Por último, se resaltan las características principales del DIEA, entre ellas, la conformación de un corpus textual, el diseño de un esquema de trabajo (planta) original y la confección de un lemario integral (ver infra). En la presentación, se exponen las bases teórico-metodológicas de la propuesta lexicográfica. En lo que concierne a los principios teóricos, subyacen esencialmente dos. Por un lado, la idea de que la lengua hablada en la Argentina no es un desvío de una lengua central, sino que constituye una variedad singular, que comparte elementos con el español de todas o de algunas regiones hispanohablantes, pero que también posee rasgos específicos, producto del desarrollo lingüístico y de la historicidad propia de la comunidad. Por otro lado, la idea de que la enseñanza de la lengua materna requiere instrumentos lingüísticos de referencia (gramáticas y diccionarios) que la describan tanto en lo general (lo que comparte con otras variedades) como en lo específico. Los diccionarios monolingües pueden ser de distinto tipo según el recorte de la lengua que hacen y de las finalidades que persiguen. El DIEA ostenta las siguientes características: Es un diccionario de lengua puesto que sólo explica el significado de las palabras y su uso. No brinda información sobre las entidades a las que estas palabras refieren. Es un diccionario integral puesto que incluye las voces que se usan en la variedad argentina del español, las que se comparten con otras regiones hispanas, las que se emplean en América pero no en España y las que constituyen singularidades léxicas de la Argentina4. Es un diccionario sincrónico puesto que los vocablos descritos están documentados en una cierta cantidad de ocurrencias (apariciones) en textos producidos con posterioridad a 1980. Es un diccionario de uso puesto que en los artículos se brinda información acerca del comportamiento de las palabras (ámbitos de uso, distintas acepciones, restricciones sintácticas y valores estilísticos y pragmáticos). Además, se incorporan locuciones y se ilustra el empleo de las palabras con ejemplos. Es un diccionario orientado a la producción verbal y no solo a la comprensión puesto que cuenta con indicaciones de utilidad para la expresión escrita, como por ejemplo, relaciones de sinonimia y antonimia, conjugaciones verbales y complementos preposicionales. Es un diccionario descriptivo puesto que refleja el uso documentado de las unidades léxicas de la variedad argentina del español sin considerar, para su inclusión, la valoración que se pueda hacer desde un punto de vista normativo. No obstante, los artículos presentan un sistema de notas y marcas que indican la adecuación o la falta de adecuación a los registros típicamente asociados con situaciones comunicativas consideradas relevantes. En cuanto al aspecto metodológico, se formularon criterios propios y se elaboraron herramientas de acuerdo con las actuales pautas de la práctica lexicográfica. En este sentido, se destaca la conformación de un corpus textual, el diseño de una planta y la construcción del lemario.
Con respecto al corpus, se diseñó el Corpus inicial del español argentino (CIEA)5 con el fin de identificar la variedad del español estándar empleado en la Argentina y simultáneamente relevar las unidades léxicas con más frecuencia de uso para conformar el lemario. Asimismo, este banco de datos sirvió para extraer información vinculada con el comportamiento lingüístico de cada unidad. El corpus garantiza representatividad y confiabilidad en la medida en que incluye textos teniendo en cuenta distintos criterios:
Geográfico: incorpora fragmentos de textos producidos por argentinos. Cronológico: incorpora fragmentos de textos publicados a partir de 1981. De medio: incorpora fragmentos de textos escritos (90%) y de textos orales (10%). Temático: incorpora fragmentos de textos producidos en una amplia gama de situaciones comunicativas y referidas a una gran variedad de temas.
El lemario, por su parte, está constituido por alrededor de 40.000 lemas (entradas) y 80.000 acepciones. Para su conformación, se consideraron datos provenientes de distintas fuentes: estadísticas, en términos de frecuencia, provenientes de la consulta en el CIEA; consultas hechas al subconjunto Argentina en el Corpus de Referencia del Español Actual de la Real Academia Española (CREA)1; consultas de obras lexicográficas que describen distintos estados de lengua tanto de la variedad argentina como del español general; consultas de glosarios técnicos y especializados, que se usaron como documentación tendiente a incorporar unidades léxicas temáticamente marcadas o pertenecientes a terminologías técnicas, que resultan difícilmente accesibles en un corpus, dada su baja frecuencia en situaciones comunicativas no específicas.
Por último, se diseñó especialmente una planta que fijó y sistematizó los criterios para organizar la compilación de los artículos (forma de lematización y recorte de las unidades léxicas, orden de las acepciones, vocabulario de definición, colocación de marcas, inclusión de ejemplos, etc.).
Esta sección se clausura con una guía de uso que detalla los distintos tipos de información que brinda el diccionario en el interior de los artículos lexicográficos y con una tabla de las abreviaturas empleadas para las categorías gramaticales. La tercera parte constituye el cuerpo principal de la obra dado que es el diccionario propiamente dicho. Resulta de especial interés describir la disposición de cada artículo lexicográfico, es decir, explicar su microestructura (conjunto de informaciones que siguen a la entrada). La estructura mínima del artículo es la presentación del lema en negrita, al que le sigue el número de acepción, la categoría gramatical, el enunciado definidor y el ejemplo ilustrativo de uso. Las definiciones se caracterizan por su legibilidad y claridad ya que están redactadas en un lenguaje transparente y preciso. En los casos de las palabras gramaticales (preposiciones, conectores, entre otras), se presentan definiciones funcionales del tipo “indica que lo que se afirma se considera…”. Según las unidades léxicas que se describen, aumenta la información adicional que se proporciona.
Ésta puede ser de distinto tipo:
Ortográfica: se brinda solo en los casos en que las palabras presentan variantes gráficas.
Fonética: se representa solo en los casos de préstamos en los que la grafía no se adaptó al español y su pronunciación responde a la lengua extranjera.
Morfológica: referida a variantes morfológicas vinculadas, por un lado, con cuestiones de género y número y, por otro, con la formación de palabras por derivación o por composición.
Sintáctica: se indica el contorno sintáctico y el régimen preposicional obligatorio para las diferentes clases de palabras.
Semántica: relativa al alcance de una acepción “aplicado a una persona…” o acerca de la transición semántica de las palabras (significado literal o figurado).
Pragmática: referida a distintas actividades, a diversos tipos de variación geográfica, de registro (formal, coloquial, grosero e infantil) y de actitud del hablante, especialmente se señalan los valores ofensivos de una determinada palabra.
Cabe destacar que entre los artículos lexicográficos se intercalan materiales extra (cuadros, por ejemplo) que tienen como propósito ampliar la información de uso del término en cuestión.
Finalmente, la cuarta parte incluye una serie de apéndices que desarrollan distintos temas de gramática y de uso, operativos para examinar en tareas de producción de textos. Son siete apartados que versan sobre los siguientes contenidos:
1. Conjugación verbal: incluye tanto la formación de los tiempos como la exposición de modelos de conjugación de verbos irregulares agrupados de acuerdos con ocho criterios.
2. Pronombres personales: presenta las clases de pronombres en general para luego detenerse en ciertos usos y funciones no convencionales de los pronombres personales.
3. Numerales: ofrece los listados de los cardinales, ordinales, multiplicativos y partitivos y específicas indicaciones sobre su uso.
4. Marcadores del discurso: ofrece un repertorio exhaustivo de marcadores y organizadores del discurso y de conectores.
5. Formación de palabras: brinda información sobre los diversos procedimientos de composición y de derivación de palabras.
6. Ortografía: presenta una tabla con las letras del alfabeto y los fonemas que representan en la variedad argentina del español; las principales regularidades de uso de las letras; las reglas generales de acentuación; las reglas generales de uso de las mayúsculas y las normas de uso de los signos de puntuación.
7. Dudas gramaticales frecuentes: proporciona información sobre el complemento régimen verbal, la correlación temporal en oraciones compuestas condicionales, el fenómeno del dequeísmo, la concordancia entre sustantivos y adjetivos, los cambios en los tiempos verbales y en otros aspectos gramaticales en el discurso referido, entre otros.
2. Se trata, ciertamente, de una propuesta lexicográfica ambiciosa en sus propósitos iniciales y rigurosa en el aspecto metodológico. Esta obra que demandó tres años de trabajo realiza una doble contribución. La primera tiene que ver con la renovación del enfoque: la producción por primera vez en la Argentina de un diccionario integral de dicha variedad lingüística. La segunda se relaciona con dos aspectos metodológicos: el diseño de un corpus específico para su elaboración, lo cual permite seleccionar el lemario con criterios de representatividad y confiabilidad sin precedentes en la Argentina y la formulación de una planta específica y acorde a los objetivos planteados. Por último, entre otros aspectos positivos, se destaca el hecho de que es un diccionario que exhibe un estilo claro, preciso y comprensible en sus definiciones, acompañado de un importante aparato de marcas de uso (diatópicas, diastráticas y diafásicas) y de explicaciones gramaticales. En efecto, la inclusión de dichas etiquetas e indicaciones, aunque abundantes y exhaustivas, en todos los casos resulta pertinente y para nada complica la lectura de los artículos. Asimismo, constituye una obra de referencia coherente debido al consistente sistema de remisiones internas que posee. Todo al servicio de una consulta de fácil acceso por parte de destinatarios diversos: desde especialistas del lenguaje hasta estudiantes y público en general.
El DIEA encierra en sus páginas no solo un importante caudal de voces de la variedad argentina del español, sino también valiosas reflexiones teórico-metodológicas formuladas por un equipo de expertos argentinos sobre la tarea lexicográfica. Esta obra marcará evidentemente un antes y un después en el modo de elaborar diccionarios y constituirá una referencia crucial en el proceso de gramatización del español de la Argentina.
Notas
1 Auroux (1992: 65) define la gramatización como “[…] el proceso que conduce a describir y a instrumentar una lengua sobre la base de dos tecnologías, que son aún hoy los pilares de nuestro saber metalingüístico: la gramática y el diccionario”. En adelante, las traducciones son nuestras; los destacados, por su parte, son de los textos originales.
2 La práctica lexicográfica argentina continuó durante años la tradición hispanoamericana. A propósito, Lara (1996: 346) señala: “La historia de nuestra lexicografía consiste sobre todo en dos clases de diccionarios: por un lado, los generales, que hasta ahora se han escrito exclusivamente en España […] y toman por objetivo la “totalidad” de la lengua; por el otro, los de regionalismos, que se escriben en cualquier territorio hispanohablante que no sea la metrópoli castellana […] y que se conciben como complementos de los generales; es decir, que se dedican a documentar el vocabulario particular de cada región y solo en la medida en que no forme parte de lo que se considere lengua general”.
3 El equipo que dirige el lingüista y lexicógrafo mexicano Luis Fernando Lara inauguró la realización de diccionarios integrales en Hispanoamérica: el Diccionario del español usual de México fue publicado por El Colegio de México en 1996. Está en elaboración el Diccionario del español de México.
4 Se incluye también un conjunto limitado de vocablos propios de España, México y Colombia porque son países que tienen una importante presencia en los bienes culturales que consume la sociedad argentina. De estas variedades, solo se registran geosinónimos (palabras con un significado equivalente que se usan en diferentes regiones de habla hispana) correspondientes a ciertos campos semánticos, como por ejemplo, las prendas de vestir, los artefactos de la vida cotidiana, los alimentos, entre otros.
5 El Corpus inicial del español argentino (CIEA) se elaboró especialmente para la realización del DIEA. Funcionó como punto de partida representativo y equilibrado para la determinación de la nomenclatura. Está conformado por datos lingüísticos “reales” que permitieron establecer los significados de las palabras, su comportamiento sintáctico en determinados contextos de usos y sus posibles valores estilísticos, así como la delimitación de distintas acepciones y la elaboración de definiciones y ejemplos fieles al uso que las palabras registradas tienen en la variedad argentina del español.
6 El Corpus de Referencia del Español Actual (CREA) es un conjunto de textos tanto escritos como orales de diversa procedencia, almacenados en soporte informático, de los que es posible extraer información para estudiar las palabras, sus significados y sus contextos. Disponible en línea http://corpus.rae.es/creanet.html.
Referencias bibliográficas – Auroux, Sylvain. 1992. A revolução tecnológica da gramatização. San Pablo: Editora de Unicamp. Lara, Luis Fernando. 1996. Por una redefinición de la lexicografía hispánica. Nueva Revista de Filología Hispánica 44.2: 345-364.