En nuevo aniversario del 17 de Noviembre, día del militante peronista, Carlos Pascuariello (h) dirigente del PJ de Madryn, autoridad del Consejo de localidad se expresó con un especial saludo a todos los militantes justicialistas de la ciudad y la provincia.  Remarco la necesidad de ponerle sentimiento y mesura a la actividad política y llamo a tener cuidado con el “maltrato institucional”.

SALUDO ESPECIAL

Al respecto Carlos Pascuariello afirmo que “en este día tan especial e histórico para nuestro partido queremos recordar y enaltecer primero a los compañeros que hicieron grande a nuestro movimiento, como así también, aquellos que han militado constantemente el ultimo tiempo para que el peronismo sea gobierno en cada rincón de nuestro país”

LA MILITANCIA COMO ELECCIÓN DE VIDA

Por otra parte el joven dirigente dijo que “afiliarse a un partido político y ser militante debe ser una elección de vida, no una circunstancia. Ser militante significa asumir un compromiso todos los días, significa preocuparse por la personas, significa respetar las instituciones y respetar la democracia. Por eso hay que tener cuidado con quienes vienen a servirse de la política para intereses personales.

LLENAR LOS PARTIDOS DE NUEVAS IDEAS

“A la política se le pone el corazón, sentimiento y mesura. Un militante siente, pero  piensa a largo plazo y no en la inmediatez que aquejan intereses personales. Ser militante es pretender llenar su movimiento de contenido y nuevas ideas, es la única manera de que otros, y las futuras generaciones no lo consideren como una mera herramienta electoral.  El militante político no trabaja para una elección determinada, trabaja para cambiar la sociedad; como lo hacen quienes participan de asociaciones de la sociedad civil o instituciones religiosas” Remarco Pascuariello

17 DE NOVIEMBRE

El 17 de noviembre se celebra el Día del Militante, en conmemoración por la vuelta de Juan Domingo Perón al país, en 1972, luego de casi 18 años de exilio, en medio de una dictadura militar debilitada y en la antesala de su tercera presidencia. Aquella jornada fue un símbolo de la resistencia y la lucha de muchas personas que estaban fuertemente comprometidos con la vuelta de la democracia, los derechos políticos y sociales y la libertad, valores que con Perón proscripto y exiliado no podían garantizarse.