El recorrido habitual. Ver a mis nietas, seguir el itinerario. La canchita de los pibes. Ahí cerquita. Sus dimensiones: el ancho de la calle y el largo de la cuadra. Arcos de piedra. La historia se repite. Mi niñez reaparece. Jugar al futbol en la calle. Con sabor especial. Hoy los niños disfrutan esos momentos. Los vi y me quede observándolos. Los recuerdos vinieron a mi mente. Tantas veces hicimos lo mismo. Felices de correr tras la pelota. Partidos de muchos goles. Discutiendo si fue o no fue gol. Al pasar, toco bocina. Los aplaudo una y otra vez. El saludo y la sonrisa de los niños. Existo para ellos. Pensé en camisetas. Llego ese día. Dos juegos de camisetas. El receptor es Marcelo. Padre de Ignacio. Uno de los niños que juegan. Al día siguiente, otro partido en disputa. Los niños luciendo sus camisetas. La emoción de verlos felices. Jugando como niños. En la canchita con arcos de piedra. Esa que tiene piso de tierra. El de la calle. Pasan los autos. El partido se detiene. La escena se repite. Ganas de jugar y de ganar. El espíritu deportivo no decae. Es lindo verlos correr. Acariciar la redonda. Hacer goles y festejarlos. Los niños se divierten. Ahora transpirando sus camisetas.
Frases cortas, con palabras simples. El Croata
El croata.