Compañeros y compañeras. Estamos reunidos para celebrar el día del militante. El 17 de noviembre es una fecha muy significativa para quienes formamos parte de este movimiento. En esa fecha pero en el año 1972 el General Juan Domingo Perón retornaba a nuestro país luego de un injusto exilio forzado que se prolongó casi durante dos décadas.

 Durante ese tiempo la militancia peronista se mantuvo activa a pesar de la proscripción, de la violencia, del exilio de compañeros. Esa militancia se mantuvo fiel a sus ideales, con una lealtad no solo a un líder sino también a una forma de entender la vida política y a los principios fundamentales del justicialismo: la justicia social, la independencia económica y la soberanía política. La vuelta efectiva del líder es una reivindicación no sólo para él sino también para ese colectivo que encabezó la resistencia y se sostuvo sobre algo fundamental en el peronismo desde su origen: la lealtad. Hoy la militancia se encuentra frente a nuevos desafíos como se lo encuentra la política en su conjunto. Militar no es un acto de un momento o de determinado día, es una forma de vivir. Militante quiere decir soldado d e la fe. Es a través de la convicción y de la fe en los principios, en los ideales que han movido a éste movimiento durante tantos años. El desafío que nos moviliza es una causa noble. Formar parte de un partido que se cimienta sobre la justicia y eso despierta lo mejor de la militancia. En esta fecha los invitamos con renovadas esperanzas y con fuerte compromiso a seguir en este camino y a continuar haciendo una política bien entendida.