Este pasado jueves, 23 de agosto de 2012, en la casa del ex gerente del Ferrocarril, Casa Tassier, se llevó a cabo una charla, sobre Derecho Internacional, Defensa Nacional e Integración Sudamericana y “no” Latinoamericana. Organizada por el Espacio de Inclusión y Acción Política “Comunidad Militando” y su apéndice en este caso y uno de sus anfitriones, la señorita Morena Sahd. La misma contó con la presencia entre otros de integrantes de la agrupación Chubut para todos. Estuvieron; Carlos Alberto Pascuariello, Leonardo Pascuariello y Marcelo Ojeda. El orador en cuestión fue Alejandro Larriera, profesor e investigador de una prestigiosa Universidad de la Ciudad de Bahía Blanca. En la misma logró que le aprobaran su proyecto de iniciar una cátedra sobre Integración Latinoamericana.
La exposición no tomó más de 140 minutos y llamativamente inverosímil la ecuación, en lo que mí respecta, de veinticinco años de dudas en como funcionó y funciona el mundo (tanto político como económico) despejadas arduamente en sólo dos horas.
Allá por el siglo XVIII San Martín, Bolívar y Artigas entre otros soñaban con la unión de los países de Sudamérica; las fuerzas imperialistas se encargaron de apaciguar esos ánimos y con su gran máquina propagandista, su inmenso poder de manipulación bien supo encontrar traidores funcionales y sembrar semillas de discordia entre los hermanos de Sudamérica. Después fue Perón, que con su ABC (Argentina, Chile y Brasil). Lograr un solo cuerpo de tres cabezas, para luego seducir al resto de los países.
Brasil por su gran territorio, sus grandes recursos y numerosa población. Y Chile, y e aquí la novedad, la salida al Océano Pacífico. El presidente Chileno no aceptó, suicidándose ocho meses después por no soportar las presiones, y Brasil dudó y no se decidió de una vez por todas a financiar el proyecto ( que prima de enormes cantidades de dinero para su concreción).
La tercera oportunidad la tenemos frente a nuestras narices con avales más que evidentes como son el MERCOSUR y la Unasud (economía y defensa), donde estando Argentina, Brasil, Uruguay y ahora sorpresivamente Venezuela (que por el momento aporta los billetes); solo restan dos pequeños detalles. El primero es que Brasil se juegue y solucione la barrera del dinero, porque una integración sudamericana depende de lograr concretar los enormes proyectos de infraestructura. En segundo término, el tema de Chile. Hay que seducirlo e integrarlo, pues su dilatado litoral al Pacífico, significa la solución para poder exportar los productos a naciones emergentes como China, India, y otros ya consolidados como Japón y Australia y Nueva Zelanda. Esto nos permitiría igualar a Estados Unidos (Atlántico y Pacífico) y navegar así Barcos de Banderas sudamericanas, en el océano, por donde se manejará el mundo del siglo XXI. El sueño que compartieron, en diferentes épocas claro, San Martín y Perón….¿Se podrá lograr?