Carina Lurati. Jueza de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Rosario. “Es más simple tomar la decisión”, le contó Lurati a Diariojudicial.com sobre su experiencia en el primer juicio oral, realizado en octubre de 2009, en el que juzgó a una mujer acusada de asesinar a su pareja y que fue condenada a cuatro años de prisión. “Esa es la idea central del nuevo sistema: que los jueces, los abogados y fiscales, y los ciudadanos en general vean, escuchen, perciban por sus sentidos la prueba en el debate, y no que se lea a través de la Secretaría del Tribunal largas
declaraciones de la Instrucción”, explicó la magistrada, Doctora en Derecho y directora de la carrera de Especialización en Magistratura de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario. En Santa Fe los juicios orales eran optativos a pedido del imputado y cuando la pena mínima del delito imputado fuera mayor de cinco años. Pero la reforma al Código en 2007 los hizo obligatorios desde febrero de 2009 para los delitos de homicidio calificado, abuso sexual seguido de muerte, tortura seguida de muerte, enriquecimiento ilícito y robo seguido de muerte. La reforma estableció una transición para adecuar normas, infraestructura y designación de jueces, fiscales y defensores. Para octubre próximo está previsto que todas las causas que se inicen desde ese momento sean juzgadas de manera oral, mientras que las anteriores sigan con el viejo sistema. Se prevé que dentro de tres años, todos los expedientes llegarán a juicio oral. La reforma también fijó que las apelaciones a los veredictos se resolvieran en forma oral. “La doble instancia, fue una de las más importantes modificaciones en la transición, esto es, en la vigencia de la ley 12.912”, opinó Lurati. Para la jueza, el nuevo Código es de avanzada. “Se elaboró un procedimiento de última generación en función de las garantías del debido proceso y la defensa en juicio”, señaló y entre los cambios destacó la incorporación de la figura del querellante, a la que calificó de “sumamente positiva porque por primera vez se le da una verdadera participación a la víctima”. Lurati consideró que la reforma impacta tan de lleno en la Justicia santafecina que “todo va a cambiar”. “En este hecho trascendental que transitamos en el sistema de enjuiciamiento penal debe reconocerse la voluntad política y el trabajo incansable para poder armar una estructura totalmente novedosa, absolutamente distinta a la que funcionó durante décadas”, sostuvo.
El juicio oral implica una situación cara a cara entre los actores del proceso que antes no debían afrontar ¿Cómo fue su experiencia del juicio?: Mi experiencia en el primer juicio fue muy alentadora y sorprendente. Los conceptos de inmediatez, celeridad, contradicción, concentración y oralidad formaron en mí como magistrada, una experiencia invalorable. Luego de años de trabajar como funcionaria o magistrada en procesos escritos, haberlo hecho en un sólo juicio oral, no me dejó dudas de que es más simple tomar la decisión, que es muy positivo para el Estado de Derecho porque el ciudadano puede ver lo que pasa, y de ese modo, sin oscuridad, las posibles dudas sobre la actividad de los jueces se despejan.
¿Qué conclusiones se sacaron de estos primeros cinco juicios orales?: No han sido en Rosario, por lo tanto no he tenido la oportunidad de presenciarlos. Pero de comentarios que hemos escuchado en reuniones académicas o funcionales, en todos los casos fue realmente auspicioso.
¿Los jueces, fiscales y abogados están preparados para afrontar el nuevo sistema oral después de años de trabajar bajo otro método?: Sí. Para ello, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Santa Fe, la Corte Suprema de Justicia y las Facultades de Derecho han dado cursos prácticos sobre la temática. Obviamente que no se tiene la experiencia de años de litigación oral como en otras jurisdicciones, pero ello no implica que no exista la base de conocimiento para poder afrontarlos. En la Provincia de Santa Fe, concretamente en las Facultades, se dictan Carreras de Especialización en Derecho Penal, en Magistratura, Cursos de Capacitación, Talleres y Seminarios sobre Derecho Penal y Procesal Penal. A partir de la reforma se comenzó a trabajar sobre ella tanto en las Facultades, Centro de Capacitación Judicial de la Corte provincial, como en los Colegios de Abogados y de Magistrados y Funcionarios. Toda esta capacitación teórica está acompañada de talleres prácticos, de modo tal de ir generando en los operadores del sistema, el conocimiento y la experiencia que pudieran faltar. La verdad, soy muy optimista en que funcionará sin problemas.
¿La escasa cantidad de juicios que se realizaron hasta ahora cree que está relacionada con la poca familiaridad con el sistema?: No, tiene que ver, al menos en mi opinión, con el hecho de que existen además de esta forma de juzgar, otros medios de solución de conflictos –como los juicios abreviados, la suspensión del juicio a prueba- que suplen la realización del juicio y se llega igual poner fin al proceso. Sin la aplicación de las alternativas citadas –y otras más novedosas- sería inviable el sistema porque si se pretende que todo llegue a juicio oral, no alcanzaría el tiempo para hacer las audiencias (y sería también insuficiente la cantidad existente hoy de Jueces, Fiscales y abogados). El funcionamiento armónico de las alternativas y los juicios orales es la clave del éxito del sistema que en breve estrenaremos. Otra razón puede ser también que hasta ahora trabaja el mismo número de jueces, fiscales y defensores generales en los dos sistemas: el viejo y el de transición. Sumado a ello, la novedad del sistema, hace que no se “opte” por el juicio oral. Sí se deben realizar los juicios orales en los casos “obligatorios”. Pero en muchos de ellos se ha arribado a juicios abreviados, lo cual determinó en cada caso que no se hiciera el debate oral. Igualmente en los juicios abreviados tienen que estar presentes las partes (fiscal, defensor, imputado) ante el juez para su desarrollo en audiencia oral. Y ello también va generando experiencia en los actores del sistema.
La reforma incorpora la figura del querellante. ¿Cuál es su opinión sobre este cambio?: Mi opinión sobre el querellante es sumamente positiva porque por primera vez se le da una verdadera participación a la víctima.
La Justicia de Santa Fe es la última del país en incorporar los juicios orales y se trabajó en una comisión especial en la que se estudiaron los códigos de otras jurisdicciones. ¿En qué aspectos considera que tienen un sistema mejorado?: El nuevo sistema procesal de la provincia de Santa Fe fue producto de consenso entre juristas, legisladores y jueces, y se tomó en cuenta la experiencia de las demás jurisdicciones, por lo que se elaboró un procedimiento de última generación en función de las garantías del debido proceso y la defensa en juicio. Como todo lo relacionado con cambios sustanciales de trabajo, resulta perfectible, por lo que ello podrá ser evaluado con el correr de su implementación definitiva.
Cuándo se discutió la implementación de los juicios orales, ¿hubo resistencias?: Hubo diversas opiniones sobre algunos institutos. Pero eso es muy sano. Obviamente para todo aquel que este nuevo sistema le atañe en su trabajo, es un cambio enorme: para los empleados, los funcionarios, los abogados particulares, los magistrados. Incluso va a ser un cambio de lugar de trabajo. Todo va a cambiar. Y ello a algunas personas afecta más que a otras. Algunos que quizás no pensaban jubilarse, lo hicieron. Otros cambiaron de fuero, y la gran mayoría comenzó a capacitarse. Y sigo refiriéndome a empleados, funcionarios, abogados y jueces. En este hecho trascendental que transitamos en el sistema de enjuiciamiento penal, debe reconocerse la voluntad política, y el trabajo incansable para poder armar una estructura totalmente novedosa, absolutamente distinta a la que funcionó durante décadas.
¿Con el nuevo Código todo el proceso penal será más ágil?: Sí, con el nuevo sistema procesal todo tiene que ser más ágil, pero ello dependerá exclusivamente de la infraestructura material y de los recursos humanos que se destinen para tan delicada tarea. Las personas que han asumido en los cargos superiores en los Ministerios de la Acusación y Defensa son personas comprometidas con el nuevo sistema. Lo conocen y seguramente podrán armar sus estructuras para que realmente funcione correctamente.
¿Los juicios orales mejorarán la calidad de las sentencias?: La calidad de las sentencias que actualmente se dictan es, al menos a mi criterio, óptima. No me parece que mejore un sistema u otro la calidad. El juez para condenar tiene que tener certeza, a partir del análisis de las pruebas, de la autoría del imputado en el delito por el que se lo acusa. Si tiene dudas razonables, tiene que absolver. Tanto en un juicio escrito como en un juicio oral. No creo que la calidad pueda ser superior. Los criterios de valoración de prueba y los jurídicos para evaluación de la adecuación penal son los mismos. Para que se entienda: la calidad de los juicios van a cambiar: las peticiones de prisión preventiva o libertad, los pedidos de suspensión de juicio a prueba, sustituciones o morigeraciones de prisión preventiva, como todos los trámites incidentales serán en audiencia pública. El debate en que se ventilen las pruebas para determinar si el acusado fue o no el autor del delito, serán en audiencia oral. Ese es el gran cambio. La oralidad, la inmediatez, la contradicción será lo positivo. Marcará una enorme diferencia, obvio, a favor de las garantías y derechos de todos.
¿Cómo está hoy el sistema en material de infraestructura y edilicia y qué aspectos hay que mejorar?: La infraestructura edilicia para afrontar el nuevo sistema está en la etapa de implementación. En Rosario se está construyendo un Tribunal específico para el fuero penal y aún falta un tiempo para su terminación. Mientras tanto, sé que los Ministerios de Acusación y Defensa ya tienen asignados edificios específicos para sus futuras oficinas. Martín Angulo Especial para Diariojudicial.com Twitter: @angulomartin.