Buenos Aires, 22 abr (dpa) – El índice de pobreza real en la Argentina sería tres veces superior al informado por el ente de estadísticas estatal y afectaría a entre el 25,6 y el 29,6 por ciento de la población, según un estudio del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) difundido hoy. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) estatal informó en cambio el martes pasado que en el segundo

semestre de 2010 el 9,9 por ciento de la población se ubicó debajo de la línea de pobreza y un 2,2 por ciento, en la indigencia. En cambio, el Observatorio de la Deuda Social de la UCA sostiene que la pobreza rondaría entre un 25,6 y 29,6 por ciento, mientras que la indigencia se ubicaría en entre 9,3 y 10,9 por ciento, informa hoy el diario “Clarín”. Esto significaría que de los 40 millones de habitantes, entre 10 y 12 millones serían pobres. Y de ellos, serían indigentes entre 3,5 y 4,4 millones.

DIFERENTES MEDICIONES: Las diferencias en las mediciones se basan en distintas fuentes de información sobre los ingresos y los precios de las canastas básicas alimentaria y total. El INDEC toma su cálculo de inflación mensual, mientras que el Observatorio de la Deuda Social adopta los precios promedios informados por una serie de oficinas de estadísticas provinciales, centros académicos y consultoras privadas, que señalan un alza mayor del costo de vida que el difundido por el ente estatal. Según el INDEC, a fines de 2010 una familia tipo necesitó 1.243 pesos (310 dólares) para no caer por debajo de la línea de pobreza. Pero las mediciones alternativas estimaron el precio de la canasta básica total entre 1.791 y 1.991 pesos (440 y 490 dólares) mensuales. El organismo de investigación universitario sostiene no obstante que en el período 2006-2010 se registró un descenso de los niveles de pobreza e indigencia. “Esta reducción se debe fundamentalmente a las mejoras ocurridas entre 2006 y 2007?, señala el Observatorio. En su informe remarca en tanto que a partir de entonces “la economía experimentó un incremento sostenido en el nivel de precios, que si bien se detuvo en parte entre 2008 y 2009, volvió a activarse a partir de este último año. Este proceso estuvo precedido de una desaceleración en el ritmo de crecimiento económico y en la generación de puestos de trabajo, aspectos que tuvieron un impacto regresivo en los indicadores de pobreza e indigencia”. “A partir de 2010 comenzaron a exhibirse signos claros de reactivación económica, lo cual significó una recuperación en la demanda de empleo y del consumo interno. Al mismo tiempo se profundizó una política pública de ampliación en la cobertura y de los montos asignados por los programas sociales de transferencias de ingresos hacia los sectores más vulnerables. Sin embargo, durante este período también parece haber continuado activo el proceso inflacionario iniciado el año anterior”, concluye.  http://www.noticias24.com/