SON LOS «PADRES DE PLAZA DE MAYO», QUE AUNQUE EN LOS PAPELES NO CONFORMAN NINGUNA INSTITUCIÓN

Entregaron el premio «Azucena Villaflor» a cuatro padres cuyos hijos permanecen desaparecidos, en reconocimiento a su lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia. El acto será en el Centro Cultural Haroldo Conti, ubicado en el predio de la ex ESMA, el más emblemático centro de torturas y exterminio utilizado por la dictadura militar.

La Jefa de Estado entregará el premio Azucena Villaflor a la trayectoria en Derechos Humanos a Julio Morresi, Norberto Palermo, Marcos Weinstein y a familiares de Eduardo Fermín Mignone (fallecido). Morresi, cuyo hijo Norberto fue secuestrado el 23 de abril de 1976, a los 17 años, es miembro de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas y junto a su esposa acompaña desde hace 33 años a las Madres de Plaza de Mayo en su ronda semanal alrededor de la Pirámide. Palermo es padre de Norberto, asesinado el 14 de octubre de 1975, mientras cumplía el servicio militar en Campo de Mayo y aunque reconoció el cadáver de su hijo en la morgue del cementerio de San Miguel, la Policía no le entregó el cuerpo porque le negó que se tratara de su hijo. Weinstein, cuyo hijo Mauricio fue secuestrado el 19 de abril de 1978, a los 18 años y visto en el Centro Clandestino de Detención El Vesubio, es integrante de distintas organizaciones de derechos humanos. En cuanto a Mignone, quien fuera un luchador incansable en defensa de los derechos humanos, cuya hija Mónica María Candelaria fue secuestrada el 14 de mayo de 1976, el reconocimiento lo recibirá su familia. Son los «Padres de Plaza de Mayo», que aunque en los papeles no conforman ninguna institución, conocen el devenir de las Madres por haber buscado con ellas a sus hijos secuestrados, en penosa recorrida por despachos, comisarías, iglesias, unidades militares. La distinción anual Azucena Villaflor se otorga desde 2003, a través de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, para destacar la trayectoria cívica de los premiados en su defensa por los derechos humanos y la democracia. En 2003, la primera distinción fue entregada a monseñor Esteban Hesayne quien se encargó de denunciar, demandar y advertir sobre los hechos aberrantes ocurridos durante el Terrorismo de Estado y en 2004 lo recibió Olga Márquez de Aridez, esposa del médico Luis Arédez, desaparecido desde el 13 de mayo de 1977. En 2005, el premio lo recibió el Equipo Argentino de Antropología Forense que trabaja desde 1984 en la investigación, exhumación arqueológica de restos óseos inhumados en fosas comunes e individuales y en el análisis del material recuperado, tendiente a lograr la identificación de las víctimas y determinar la causa y modo de su muerte. En Argentina el EAAF identificó los cuerpos de más de 250 personas desaparecidas durante el período de la última dictadura militar, y en 2005, logró la identificación de los restos de las Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor de Devincenti, Esther Ballestrino de Careaga, María Ponce de Bianco, de la religiosa francesa Leónie Duquet, de ‘ngela Aguad. En 2006, lo recibió Sonia Torres, fundadora y representante de Abuelas de Plaza de Mayo en la Provincia de Córdoba; en 2007, el escritor Osvaldo Bayer; y en 2008 recibió la distinción Sara Rus, sobreviviente de Auschwitz-Birkenau y Madre de Plaza de Mayo (Línea Fundadora) por la desaparición de Daniel Rus, físico secuestrado en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-142443-2010-03-21.html