PUERTO MADRYN: HOMENAJE A JOSÉ IGNACIO RUCCI “el sentimiento nacional nace en la espada de San Martín, se agita en el poncho de Rosas y se ejecuta con la doctrina de Perón”

luis Nuñez Carlos Pascua
El Secretario General de la CGT del Valle y Vicepresidente primero del Partido Justicialista de Chubut, Luis Nuñez hizo entrega a Carlos Pascuariello (h), autoridad del Partido Justicialista de Puerto Madryn un cuadro homenaje a José Ignacio Rucci destinado al salón de la militancia de la sede partidaria madrynense. Se conmemoran 47 años del atentado que sufrió y terminó con su vida.“Homenaje al Compañero José Ignacio Rucci, dirigente metalúrgico, Secretario General de la CGT y emblema de lealtad a la doctrina peronista” expresa la frase que acompaña a las imágenes representativas de quien fuera un dirigente clave y leal a Juan Domingo Perón con su frase continua que decia “el sentimiento nacional nace en la espada de San Martín, se agita en el poncho de Rosas y se ejecuta con la doctrina de Perón”. Estuvieron presentes también Carlos Pascuariello, Armando Moyano, Secretario Adjunto de la CGT del Valle y Secretario del Congreso del Partido Justicialista de Chubut, y Fernando Molina, dirigente ceramista y Secretario del PJ local.

José Ignacio Rucci nació en la pequeña localidad santafesina de Alcorta, el 15 de marzo de 1924. Comenzó su carrera gremial en la fábrica de cocinas “Catita” y la continuó en la siderúrgica SOMISA, de San Nicolás de los Arroyos. Derrocado Perón, en 1955, formó parte activa en la Resistencia Peronista. En 1960, Rucci asumió la Secretaría de Prensa de la Unión Obrera Metalúrgica, acompañando a Augusto Timoteo VandorPaulino Niembro, Avelino Fernández Lorenzo Miguel. Cuatro años después, fue designado interventor de la seccional San Nicolás, donde luego fue Secretario General. En 1970, asumió la conducción nacional de la CGT. El momento en que llegó a este cargo fue particularmente trascendente, pues en las más altas esferas del gobierno se estaba decidiendo el retorno del general Perón a la Argentina. Las intrigas y maniobras que el gobierno militar de entonces intentaba para impedirlo eran tantas como intensas las presiones de todo el pueblo argentino para que el regreso se consumara. El 6 de julio de 1972, al ser reelegido como Secretario General de la CGT, siendo la voz de los trabajadores que rechazaban tanto al liberalismo como al marxismo -ideologías importadas de subordinación- José Ignacio Rucci afirmó: “Nuestra filosofía política se denomina sencillamente peronismo y cuando hablamos de peronismo marcamos aquella línea que nos legaran nuestros mayores. En sentido nacional y rechazo a toda contaminación extranjerizante que pretenda anidarse en el espíritu de los argentinos.” Es en ese mismo momento histórico que Rucci no se cansa de afirmar una y otra vez, en cada tribuna en la que le toca hablar que “el sentimiento nacional nace en la espada de San Martín, se agita en el poncho de Rosas y se ejecuta con la doctrina de Perón”. José Ignacio Rucci era un hombre de una lealtad total a Juan Domingo Perón y uno de los soportes en el que se asentaba el plan del entonces presidente para recuperar al país, motorizar la economía e instaurar la justicia social. Cuentan los testigos que el viejo caudillo lo quería como a un hijo.