Ha dicho el genial Albert Einstein, el gran sabio del siglo XX, “si la abeja desapareciera de la superficie del globo, al hombre le quedarían escasos años de vida, sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”. En Chubut, en los últimos dos años murieron entre el 30 y el 40 % de las abejas existentes. El técnico apícola del INTI, Gerardo Cope lo relaciono con la extensión del verano, con factores climáticos y plagas. El fenómeno es por la aparición de un acaro llamado varroa, un parasito de las abejas que se transformó en una plaga. Además sostuvo que, las temperaturas altas de otoño e invierno hacen confundir a las abejas que salen a polinizar pero no encuentran flores, ya que no es una época de floración, gastan energía y terminan consumiendo la miel del panal con lo cual se desabastecen y sin reservas terminan muriendo de hambre. En el valle inferior del Rio Chubut hay alrededor de 60 apicultores, que han tenido mermas en el plantel de abejas de manera disímil. Algunos perdieron hasta el 90 % y otros solamente el 20 % de las abejas, pero de por si es alarmante lo que está sucediendo aquí y en el mundo entero. En épocas normales se producen 40 toneladas de miel, según Cope es la mejor miel del mundo porque hay condiciones agropecuarias óptimas sobre todo porque no hay pulverizaciones.
Que pasa en el resto del mundo
Las abejas son parte esencial del ecosistema, de ellas no solamente depende la producción de alimentos como la miel y sus derivados sino que son las encargadas de la polinización de la mayoría de las especies del mundo vegetal y su reproducción. Las abejas se están muriendo en el mundo entero y el fenómeno se incrementó a partir del año 2.005. Desde hace ocho años se produce el desorden del colapso de las colmenas y las investigaciones dan cuenta de dos problemas
- El uso de pesticidas conocidos como neonicotinoides.
- El aumento en la emisión de ondas electromagnéticas por el uso de celulares.
Ya el pesticida está prohibido usarse en varios países de la Unión Europea pero en Estados Unidos se sigue utilizando pese al daño ocasionado. Las ondas electromagnéticas confunden a las abejas y las hacen agruparse en enjambres cuando no tendrían que hacerlo. La producción de frutas como las manzanas, cerezas, almendras y cebollas requieren de la polinización y su producción ha disminuido drásticamente en los últimos años. La pérdida normal en las colmenas era de un 5 a un 10 % anual, pero en la actualidad alcanza un 50 % particularmente en Estados Unidos. Para la FAO, El 90 % de los alimentos en el mundo se polinizan gracias a las abejas. La polinización es el proceso de transferencia de polen a la parte receptiva de las flores donde germinan y fecundan los óvulos de la flor haciendo posible la producción de semillas y frutos. El transporte de polen puede hacerse también a través de aves, insectos, el agua y el viento. La cuestión es muy grave y es indispensable actuar con celeridad para evitar males mayores que le den la razón a ese genio llamado Albert Einstein. KARAMARKO JOSE, DIPUTADO PROVINCIAL