Que decir, que ya no se haya dicho, de la persona que supo ser el icono de toda una clase social. Amada por el pueblo o repudiada por las clases altas, Evita no pasó inadvertida por este mundo. Desde su nacimiento el 7 de mayo de 1919 en Los Toldos, pcia. de Buenos Aires, incorporo en su vida, la experiencia y el dolor vivido en su infancia al ser discriminada e ignorada por su condición de hija extramatrimonial y por pertenecer a la clase social baja. Pese a toda esta circunstancia, Evta supo forjarse un camino dentro del mundo artístico y social ya que fue una de las personas fundadoras de la asociación radial argentina que era un sindicato de trabajadores de radio, luego en un evento solidario conoció al general Perón, este hombre de extraordinaria presencia e ideas de igualdad y justicia, que enamoraron a Evita. A partir de ese momento nace una militante y una líder política dentro del corazón del Peronismo. Esa militancia y liderazgo, lograron grandes transformaciones dentro de la vida de los ciudadanos de este país, desde la reivindicación de los derechos civiles de las mujeres hasta la defensa a ultranza de los trabajadores y los más desposeídos. Eva se convirtió en la jefa espiritual de la nación y la abanderada de los humildes.

Eva en cada uno de sus discursos y acciones, transmitía al pueblo, ese fuego interno que solo puede dar el haber luchado y trabajando, toda la vida, contra la desigualdad, contra la discriminación y la indiferencia de aquellos que mas tenían y creían ser los dueños del país.

Existe dentro de la memoria y el corazón de los peronistas y los argentinos, el profundo agradecimiento a esta mujer, que entrego su vida por los demás, no sabiendo que su trabajo hasta extensas horas de la noche, dentro de la fundación y en la vida pública del país, darían al pueblo el camino para lograr las metas del movimiento Peronista, que es una argentina más justa.

Tomemos este ejemplo y este amor entregado por nuestra compañera y sigamos caminando hacia estos objetivos, entregando nuestro trabajo y militancia, a la igualdad de todos los que habitamos este país.

Por todo esto esta agrupación peronista te recuerda y te rinde honores en este día.

Recordemos a Eva Perón con este extracto del libro mi mensaje, escrito por ella al final de su lucha.

“Todo lo que se opone al pueblo me indigna hasta los límites extremos de mi rebeldía y de mis odios, pero Dios sabe también que nunca he odiado a nadie por si mismo, ni he combatido a nadie con maldad, sino por defender a mí pueblo, a mis obreros, a mis mujeres, a mis pobres «grasitas» a quienes nadie defendió jamás con más sinceridad que Perón y con más ardor que «Evita». Pero es más grande el amor de Perón por el pueblo que mi amor; porque él, desde su privilegio militar supo encontrarse con el pueblo, supo subir hasta su pueblo, rompiendo todas las cadenas de su casta. Yo, en cambio, nací en el pueblo y sufrí en el pueblo. Tengo carne y alma y sangre del pueblo. No podía hacer otra cosa que entregarme a mi pueblo. Si muriese antes que Perón, quisiera que esta voluntad mía, la última y definitiva de mi vida, sea leída en acto público en la Plaza de Mayo, en la Plaza del 17 de Octubre, ante mis queridos descamisados. Quiero que sepan, en ese momento, que quise y que quiero a Perón con toda mi alma y que Perón es mi sol y mi cielo.” Eva Peron. Fuente: Mi Mensaje.