LEER EN FAMILIA: orientaciones para el trabajo de bibliotecarios y docentes. Programa Provincial de Lectura

Leer vale la pena… Convertirse en lector vale la pena… Lectura a lectura, el lector – todo lector, cualquiera sea su edad, su condición, su circunstancia…– se va volviendo más astuto en la búsqueda de indicios, más libre en pensamiento, más ágil en puntos de vista, más ancho en horizontes, dueño de un universo de significaciones más rico, más resistente y de tramas más sutiles. Lectura a lectura, el lector va construyendo su lugar en el mundo.”

  Montes,  Graciela. La gran ocasión: La escuela como sociedad de lectura.

Buenos Aires: Plan Nacional de Lectura, 2007.

 La formación de lectores autónomos, activos, críticos y reflexivos constituye una de las responsabilidades más importantes que asume la escuela en todos los niveles de la educación obligatoria ya que, a través de la lectura, los alumnos pueden acceder a la cultura letrada, al mundo del conocimiento y a otros universos posibles; vehículo para elaborar su subjetividad y para constituirse como ciudadanos con derecho a leer e interpretar la realidad desde múltiples voces y perspectivas. En este sentido, Xabier Puente Docampo (2002) plantea que “La escuela sigue teniendo el más importante papel en la animación a la lectura porque son muchos los niños que tienen en ella el primer contacto con el libro y con la lectura”.

 Con respecto a esto, desde el Plan Provincial de Lectura consideramos que “la lecturas desde los primeros años de escolarización, constituye una práctica de equidad y justicia, un modo de colaborar en la formación de una ciudadanía activa, capaz de leer el mundo desde las primeras señales y construir un relato propio en compañía de otros/as.” Sin embargo, como bien sabemos, las numerosas y variadas acciones que proponemos desde las escuelas para la formación de lectores, no resultan suficientes ya que la relación singular que establece cada lector con el libro suele estar marcada por las preferencias y experiencias personales; el nivel escolar, la pertenencia social, cultural y geográfica; las representaciones sociales y familiares con respecto a los libros y a la lectura; y, fundamentalmente, el acceso desigual a los bienes culturales.

 Por todas estas razones, entendemos que formar a un lector no es enseñarle a decodificar signos y dejarlo solo frente al libro y frente a lo que ha leído sino guiarlo, acompañarlo y sostenerlo en el proceso de adquisición y mejora de las habilidades de decodificación de textos para que cada uno sea capaz de construir significados a su tiempo y a su manera. Se trata, parafraseando a Puente Docampo, de crear lecturas tuteladas que ayuden a los lectores inexpertos a dialogar con los textos, a implicarse emocionalmente con ellos, a ir más allá de lo explícito para descubrir significados ocultos, integrando lo leído con otros textos; a interactuar con otros lectores para encontrar nuevas ideas, razonamientos e hipótesis que inviten a aventurarse en nuevos trayectos de lectura.

 No obstante, consideramos que la mediación de la lectura no puede restringirse a las acciones que llevan adelante los bibliotecarios y docentes en el marco escolar sino que deben ampliarse, vincularse, entrecruzarse y fortalecerse con el aporte de los padres, los abuelos, los tíos, los hermanos mayores y otros adultos del entorno afectivo de los niños y niñas escolarizados ya que cada uno  juega un rol importante en la formación del lector desde muy temprana edad. En efecto, las experiencias de lectura en la primera infancia que se están realizando en Colombia y en Francia[1] indican que leer en familia, por un lado, fortalece el vínculo afectivo y comunicativo familiar, y por otro, habilita el acercamiento positivo de los niños y de los adultos a los libros y a la práctica de la lectura desde ese “nido emocional”.

De este modo, podemos decir que la palabra leída, escuchada, comprendida y disfrutada en familia constituye una estrategia mediadora de alto valor afectivo, cognitivo, social y cultural que debemos recuperar y resignificar. En función de esto, veamos ahora algunas posibles propuestas para incluir a las familias en la mediación de la lectura:

  • Promover desde la biblioteca de la escuela el préstamo de libros a los alumnos y a sus familiares para habilitar y potenciar la lectura en familia. Armar en la escuela, bibliotecas ambulantes (valijas, bolsas, mochilas, cajas o sobres con libros) para que los alumnos las lleven a sus casas y compartan lecturas en familia. Estas “bibliotecas” pueden circular junto a una bitácora de lectura para que cada grupo de lectores  relate su experiencia y recomiende textos a otros.
  • Estimularlas a generar espacios de lectura diaria en voz alta: un cuento, una poesía, una leyenda regional, fragmentos de una novela, un libro que tiene algún valor sentimental para el adulto; hablar sobre lo que han leído, sobre lo que les gusta de esas lecturas y sobre los que les gustaría que les lean en la próxima ocasión; incluir los libros-álbum para leer sus imágenes, describirlas, comentarlas y relacionarlas con el texto. Estas lecturas se viven como un momento afectivo importante en los niños de cualquier edad ya que todos disfrutan de una buena historia, aún los bebés y los adolescentes, por ello sugerimos realizarlas con cierta regularidad.
  • Alentarlas a recuperar la cultura oral familiar para narrar y renarrar entre todos aquellas historias que tracen un camino hacia al libro y a nuevos recorridos de lectura. Por ejemplo, narrar la versión popular de “Caperucita Roja” y luego leer distintas versiones de ese cuento desde la perspectiva de los autores actuales.
  • Apoyarlas para que elaboren junto a los niños recorridos de lectura que incorporen textos de diversos autores, géneros, colecciones, editoriales y materiales acordes con sus afinidades
  • Invitar a los miembros del grupo familiar a leer en voz alta en el aula para compartir un momento de lectura placentera con el grupo de alumnos: ruedas de lectura para un día determinado o ciclos de lecturas para un período más extenso, apoyándolos en la selección bibliográfica y lectura previa del material. Para estas experiencias, el Plan de Lectura facilita a las escuelas que lo deseen, el préstamo de las bibliovalijas de la Red “Javier Villafañe” a través de las Bibliotecas Pedagógicas.
  • Convocar a los padres a integrar un grupo de “Padres leecuentos” para que lean en las aulas en una fecha fija, en forma semanal o mensual a lo largo del ciclo lectivo, o una lectura diaria en el momento de inicio o de cierre de la jornada escolar, colaborando con ellos en la elección del material. En este tipo de experiencias es importante la regularidad de la presencia de los padres lectores para que los alumnos los reconozcan como referentes significativos. Al finalizar el ciclo es importante evaluar la experiencia con todos los actores involucrados.
  • Organizar talleres de lectura para padres para acompañar a los padres en la tarea de promover la lectura en el marco del hogar considerando tres cuestiones básicas: para qué leer, qué leer y cómo leer.

·        Invitar a las familias a la biblioteca de la escuela para que conozcan el material bibliográfico y seleccionen textos de su interés, ya sea para leer a sus hijos o para realizar lecturas personales.

·        Recomendar libros de literatura infantil a los adultos a través de carteles que estén en la escuela a la vista a todos; folletos o listados de títulos, autores y editoriales que pueden enviar a través del cuaderno de comunicados o de la bitácora de lectura del aula; presentaciones de libros en las reuniones de padres o sugerencias literarias en conversaciones informales.

·        Promover el interés por los libros estimulándolos a visitar librerías junto a sus hijos para hojearlos, descubrir indicios en los paratextos, hablar sobre ellos y seleccionar alguno de su preferencia para disfrutarlo en familia. Asimismo, recomendarles que incluyan la compra de libros nuevos o usados y trueque de libros para organizar una biblioteca familiar considerando las predilecciones de los adultos y de los niños.

·        Sugerirles que se hagan socios de alguna biblioteca pública o clubes de lectores para que la consulta de libros se transforme en un acto estimulante para toda la familia.

·        Motivarlos para que regalen libros en las fechas de cumpleaños y en celebraciones populares en las que se entregan o intercambian presentes: “Navidad”, “el día de los Reyes Magos”, etc.

·        Sugerirles que lleven libros para leer en los viajes largos, la plaza, el parque, la playa o paseos ya que toda situación es buena para leer en familia.

·        Alentarlos a participar como lectores en ferias del libro, fogones literarios, recitales de poesía, presentaciones de libros, visitas de autores a la escuela, tertulias, eventos escolares y socioculturales relacionados con la lectura.

 Por otro lado, y en esta misma línea de trabajo, desde el Plan Provincial de Lectura propiciamos la inclusión de los abuelos y abuelas como lectores en el ámbito de la escuela ya que permiten que la literatura llegue desde una voz que se asocia al afecto, la contención y la transmisión cultural. En ese sentido, creemos que esta voz necesita ser recuperada, escuchada y valorada socialmente, por ello proponemos:

  • Convocar a abuelos y abuelas interesados en leer en la escuela -no es preciso que sean abuelos de los alumnos que concurren a la misma-.
  • Apoyarlos en la selección bibliográfica para que preparen previamente sus lecturas. Para las escuelas que lo deseen, el Plan de Lectura les facilita el préstamo de las bibliovalijas de la Red “Javier Villafañe” a través de las Bibliotecas Pedagógicas.
  • Conversar previamente con los alumnos sobre el sentido de la visita de los abuelos para sensibilizarlos, crear expectativas y resignificar la figura  del abuelo.
  • Seleccionar textos junto con los alumnos y alumnas para leer al abuelo, elaborar preguntas para hacerle y producciones para compartir (literarias, plástico-visuales, dramáticas u otras de interés del grupo que se relacionen con los libros leídos).
  • Realizar una ronda de lectura en voz alta en la que se incorporen las voces de los alumnos, abuelos y docentes. Así, el abuelo que va a leer se integra naturalmente al grupo, lee lo que preparó y además los escucha leer en una ida y vuelta, sumamente enriquecedor para todos.
  • Organizar un cronograma de lecturas que permita sistematizar la experiencia a lo largo del ciclo lectivo e integrar la presencia de los abuelos leecuentos a la vida escolar.

·        Evaluar la experiencia considerando a todos los actores involucrados.

 A todo esto, podemos agregar que las escuelas que logren conformar un grupo de lectores de la tercera edad que tengan la vocación y el deseo de leer de cuentos de manera voluntaria y regular en el ámbito escolar y otras instituciones pueden solicitar al Plan Provincial de Lectura una capacitación específica que estará a cargo de Adela Ratner, referente nacional del Programa Abuelos y abuelas leecuentos de la Fundación Mempo Giardinelli.  Estas personas, además de la capacitación, recibirán materiales y libros para ir al encuentro de los niños con obras literarias de buena calidad que seguramente perdurarán en su imaginación a lo largo de sus vidas. En estas acciones se intenta transmitir el valor simbólico del libro como sede y domicilio de la fantasía, la belleza, la aventura y los mejores valores humanos para fomentar la curiosidad y el interés por la lectura desde la primera infancia.

 Por último, los docentes que quieran socializar las experiencias de lectura que realizaron con padres, tíos, abuelos, hermanos mayores u otras personas del entorno cercano de los niños y niñas pueden enviar por mail, un relato breve y 3 fotos a la siguiente dirección: xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Este material se difundirá en los blog y páginas del Plan de Lectura.

  Bibliografía de consulta

 ALONSO, Laura y LÓPEZ, Myrna. Lecturas Múltiples en las Salas de Nivel inicial. Dirección General de Nivel Inicial de la Provincia de Chubut y Plan Provincial de Lectura. Rawson, Mayo 2011

ACTIS, Beatriz. ¿Qué, cómo y para qué leer? Un libro sobre libros. Homo Sapiens Ediciones. Argentina, 2002.

CHAMBERS Aidan. El ambiente de la lectura. Fondo de Cultura Económica. Mexico, 2007.

CIRIANNI, G. y PEREGRINA, L. M. Rumbo a la lectura. Buenos Aires: Ediciones Colihue, 2005.

COLOMER, Teresa. Andar entre libros. La lectura literaria en la escuela. Fondo de Cultura Económica. México, 2005.

ESPINOSA ARANGO C: Lectura y escritura. Teoría y promoción. Buenos Aires, Ediciones Novedades Educativas, 1998.

GIARDINELLI, Mempo: Volver a leer. Ed. Edhasa. Buenos Aires, 2007.

MONTES, Graciela: La gran ocasión. La escuela como sociedad de lectura. Plan Nacional de Lectura. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. Buenos Aires, 2007.

ORTIZ, B. y LILLO, M.: Hablar, leer y escribir en el jardín Infantes: reflexiones y propuestas de escritura y oralidad. Homo Sapiens, Rosario, 2010.

PATTE, Geneviève: Déjenlos leer. Los niños y las bibliotecas. México, 2008.

PENNAC, Daniel. Como una novela. Anagrama Barcelona, 1993. 

PERRICONI, G. y DIGISTANI E. Los niños tienen la palabra. Desde la adquisición de la lengua materna hasta el disfrute literario. Rosario: Homo Sapiens, 2008.

PETIT, Michele. Pero ¿y qué buscan nuestros niños en sus libros? Fondo de Cultura Económica. Buenos aires, 2005.

PLAN NACIONAL DE LECTURA. Seminario Nacional (La formación de lectores como sustento para la igualdad). Ministerio de Educación. Plan Nacional de Lectura Bs. As. 2010.

PUENTE DOCAMPO, Xabier. Leer ¿para qué? Fondo de Cultura Económica. Buenos aires, 2005.

SAGUIER, Alejandra. “Narración y bibliotecas”. En NAP. Nivel Inicial, Volumen 1, pp. 84-162. Buenos Aires: Dirección Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente, 2006

SPINER, Ester. Taller de lectura en el aula. Como crear lectores autónomos. Ediciones Novedades Educativas. Buenos Aires, 2009.

  Documentos en línea

 PLAN LECTURA: Docentes que dan de leer. Material de reflexión para desarrollo curricular en Escuelas de Nivel Primario. Ministerio de Educación Presidencia de la Nación. En línea: ¡Error! Referencia de hipervínculo no válida. ;

PLAN LECTURA: Sugerencias para la lectura en voz alta. Material elaborado para Nivel Inicial y Primario. Ministerio de Educación Presidencia de la Nación. En línea: http://planlectura.educ.ar/pdf/lectura_voz_alta_primaria.pdf

PLAN LECTURA: Sugerencias para la lectura en voz alta. Material elaborado para Nivel Inicial y Primario. Ministerio de Educación Presidencia de la Nación. En línea: http://planlectura.educ.ar/pdf/lectura_voz_alta_primaria.pdf

PLAN NACIONAL DE LECTURA: Sugerencias para la lectura en voz alta. Material elaborado para Nivel Inicial y Primario. Ministerio de Educación Presidencia de la Nación. En línea: http://planlectura.educ.ar/pdf/lectura_voz_alta_primaria.pdf

 PLAN LECTURA: Leer en familia. Ministerio de Educación Presidencia de la Nación. En línea: http://planlectura.educ.ar/pdf/leer_en_familia.pdf

 PROGRAMA ABUELAS CUENTACUENTO: Textos útiles.  En línea: http://www.abuelascuentacuento.org.ar/contenido.html

 REYES, Y: “Cuando leer es mucho más que hacer tareas. Lectura en la primera infancia”. Leer en la escuela– Artículos. En: www.leerenfamilia.com/escuela_articulo01_yolandareyes.htm


[1] Se recomienda la lectura de los trabajos de Yolanda Reyes y de Geneviève Patte.