UN RESPIRO PARA LAS GALÁPAGOS

De Fernando Pastrano (el 31/08/2010 a las 12:44:35, en Ecuador). Se llama Víctor Hugo pero los únicos miserables que ha visto en su vida estaban en las chabolas-palafitos de los Guasmos de Guayaquil. No tendrá más de veinticinco años y se gana la vida, según me dice «bastante bien»,llevando en su panga a turistas como yo.

No quiere abandonar su tierra, las islas Galápagos, aunque tiene parientes que están trabajando en Comodoro Rivadavia-Patagonia Argentina. «Mire usted, si el turismo baja, puedo pescar y no me muero de hambre. Yo aquí tengo de todo lo que necesito y sobre todo… tranquilidad». Las pangas son unas barcas a motor, una especie de esquifes como el que utilizaba el capitán Ahab para perseguir a aquella obsesión blanca llamada Moby Dick, o el del viejo pescador cubano ideado por Hemingway en pos de un pez tan enorme como quimérico. Esta es menos literaria, más moderna, equipada con un potente motor fuera borda, y sólo tarda diez minutos en atravesar el brazo de mar que separa el Puerto de Villamil, en la galapagueña isla Isabela, del islote de Las Tintoreras. A excepción de dos playas, una de arena blanca y otra de piedras negras, toda esta islita, de origen volcánico como el resto de las Galápagos, está formada por lava del tipo AA, negra, reciente, áspera, amenazadora, pero que se puede recorrer sin dificultad alguna gracias a unos caminitos abiertos entre las rocas cortantes de los que no hay que salirse. Paseo tranquilo por este paisaje lunar habitado por centenares de iguanas terrestres que allí, sin depredador alguno, se reproducen con total normalidad. Son tan confiadas que hay que tener cuidado para no pisarlas. Aguas limpias, turquesas, casi siempre mansas, ideales para la navegación y el snorkel. Para la contemplación de lobos marinos, pingüinos, tortugas, iguanas marinas y los tiburones de aleta blanca que dan nombre al islote. Pero no todo es idílico, muy cerca de aquí, frente a la isla de Santa Cruz, el 17 de marzo pasado encalló la goleta “Alta” con 16 turistas canadienses y 8 tripulantes. Llevaba unos 14.000 litros de diésel en sus bodegas. Aunque todas las personas fueron rescatadas, se temió por el vertido del combustible. Era un susto más ya que en junio de 2009 en sólo cuatro días otros dos barcos derramaron petróleo cerca de Puerto Ayora. Y en enero de 2001 de un buque cisterna escaparon 600.000 litros que produjeron una marea negra de 1.200 km² cerca de Puerto Baquerizo. El archipiélago de las Galápagos es un paraíso en constante peligro. En 1978 fue el primer lugar del mundo declarado Patrimonio de la Humanidad, pero a partir de 2007 se temió por su futuro y la UNESCO lo puso en la lista de sitios en peligro. El Gobierno del Ecuador, desde su Poder Ejecutivo, se movio, hasta en gestiones de Naciones Unidas. El turismo, la introducción de animales invasores, perros, entre los domésticos, y los propios habitantes de las islas podrían acabar con este edén en el que Darwin desarrolló su teoría evolucionista. Por fortuna, el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO, tras comprobar que el Gobierno con decisión puso orden a la locura urbanización arbitraria de sus autoridades locales logro superar la situación, y sacaron de la lista nefasta de «bienes en peligro».a las Galápagos Un respiro momentáneo, pero no definitivo. Víctor Hugo habla y no muy bien de los políticos con respecto a sus demagogias permisivas y a la falta de respeto por el medio ambiente. En su panga, junto a la proa, un cartel pintado a mano reza: «NO VOTAR BASURA». Quiero pensar que no es una errata.