EL WIFI NO FUNCIONA: ¿CÓMO RECUPERAR LA CONEXIÓN?

Por ANTONIO DELGADO Y J. SABATÉ. La señal de las redes inalámbricas puede perderse por varias causas, pero hay soluciones prácticas para recuperarla. Las señales wifi domésticas permiten a los usuarios disponer de acceso a Internet de banda ancha en cualquier rincón de la casa sin necesidad de cables. Como consecuencia, en muchos hogares se acumulan los dispositivos capaces de conectarse a la Web con independencia del ordenador: teléfonos móviles, tabletas, videoconsolas, centros multimedia, marcos de fotografías digitales e, incluso, discos duros.

Pero esta ventaja puede convertirse en un problema cuando el acceso se altera o se pierde, ya que el usuario queda privado de múltiples servicios. Las causas pueden ser varias, por lo que es recomendable seguir un protocolo para descartarlas hasta dar con la solución. EMPEZAR POR EL SERVICIO TÉCNICO: Es habitual que mientras un usuario está conectado a la Red se registren alteraciones en la conexión inalámbrica contratada con su operador. Problemas como desconexiones de forma regular e inexplicable, falta de potencia en la llegada de datos o fluctuaciones en el ancho de banda disponible en cada momento son susceptibles de convertir el acceso wifi en un martirio. Los motivos pueden ser varios y no siempre cabe culpar a posibles deficiencias técnicas del proveedor, ya que hasta la ionización atmosférica interviene en la calidad de la señal. Hay que llamar al servicio técnico para descartar que es un problema ajeno, soluble por parte de un experto. Si después de llamar al servicio técnico del operador contratado se confirma que no es un problema ajeno, que pueda solucionar un experto de la compañía, hay que pensar alternativas. Desde el propio servicio técnico es posible que se asesore al usuario para solucionar la deficiencia o, al menos, se abrirá una incidencia en caso de que se reconozca y localice dentro de la central o redes del operador. Si el proveedor asegura que el fallo, o el funcionamiento irregular, no le compete, se debe pensar en alteraciones de «competencia doméstica». En este caso, se pueden probar una serie de estrategias que permitan identificar el problema y solucionarlo. EL «TRAMO DOMÉSTICO»: Si los demás vecinos también tienen problemas con el acceso inalámbrico, es posible que la incidencia se deba al cableado del edificio. Es posible que la alteración esté relacionada con la infraestructura de acceso dentro del propio edificio, es decir, con los cables que enganchan a la red del operador en la calle y reparten la señal a las casas. Para saber si ese es el fallo, conviene averiguar si el resto de los vecinos también tiene problemas con el acceso inalámbrico. Si es así, la solución requiere una obra de mejora estructural que resulta muy cara y, según la ley, es responsabilidad de la comunidad de propietarios. En caso de que las alteraciones no se detecten en el «tramo doméstico», es probable que estén motivadas por interferencias de ondas, tanto externas como propias del hogar, o bien por un exceso de dispositivos conectados a la misma red wifi. En este caso, es posible que la señal llegue con poca potencia y que, al apagar los posibles aparatos conectados, esta aumente. Si ocurre así, basta con administrar el acceso de manera racional, de modo que cuando se quiera trabajar con el ordenador no haya más aparatos conectados. OBSTÁCULOS FÍSICOS: En otras ocasiones, la falta de potencia en la señal se debe a que entre el punto donde está situado el router emisor y el equipo del usuario se detectan objetos físicos que interfieren. Según el tipo de conexión inalámbrica, las paredes, puertas y objetos voluminosos debilitan la señal. Es recomendable hacer una prueba con el equipo situado a una distancia menor y comprobar la velocidad de acceso a Internet. Se pueden aprovechar varios test gratuitos, como el Test de Velocidad de la Asociación de Internautas. Si tras esta prueba la velocidad de conexión aumenta, se confirmará la influencia de los obstáculos físicos. No conviene colocar el router cerca de una ventana, ante el riesgo de que la señal se disperse. Una opción para solucionar de forma sencilla el problema de los obstáculos físicos es adquirir una antena unidireccional de mayor tamaño, que lleve la señal a un rango mayor que la antena del router.