VENI VIDI VICI

Venire, videre y vincere. Por Marcelo Ojeda. De asombroso y destacado carisma, irrumpe sorpresivamente en el gentío. Asomaba la tercera decena de febrero y el buen tiempo a semejanza de las buenas personas acompañaba.19 Hs. de 2011 primó el desorden, pero un desorden bello, sano, producto de

ansiedad y desesperación de unos segundos, un roce, una foto, un abrazo (la búsqueda). Una camisa clara a cuadros, pantalón pinzado y unos zapatos hicieron de vestimenta. El maquinista no es más ni menos que Mario Das Neves. Sus militantes lo acompañaron cuadra tras cuadra y el (pienso) en una especie de despedida guiando y mostrando el camino a quienes de seguro serán los destinatarios del legado. Es meramente informativa (aclaro) mis ideas algunas coinciden pero en definitiva transitan por otro lado y como saben influenciadas por otro maquinista que de momento y por circunstancias hoy no es candidato, solo un detalle ahora, pero esa es otra historia y mejor volvemos al relato. Veni, vidi, vici fueron las palabras de Julio César, luego de conquistar una de las tantas regiones de su imperio. Vine vi. y vencí es la traducción del latín al castellano y en este preciso caso no escaparía de los dotes de nuestro gobernador. Y así acaeció: Un ambiente de algarabía y optimismo impregnó el aire de un halo de triunfo. La promesa mudó a cumplimiento. Se caminó, se correteó, se inauguró un nuevo local de campaña y van. Ya para el cierre (exhaustos y contentos) todos miraban; parlaron los candidatos por Madryn del modelo Chubut Peronismo Federal y el barrio Pujol 2 fue fiel testigo. Dos previos discursos y toma la palabra Mario, que arrancó con un «Hoy tengo ganas de hablar», se imaginan el resto. La voz ronca comenzó a subir su tono. No quedó títere con cabeza y los tiempos debidamente manejados; con ese natural don para subir y calmar los ánimos a gusto. Satisfecho él, satisfechos todos, se desconcentraron pacíficamente. Marcelo Ojeda.

Veni, vidi, vici,

[] es una locución latina empleada por el general y cónsul romano Julio César en 47?a.?C., al dirigirse al Senado romano, describiendo su victoria reciente sobre Farnaces II del Ponto en la Batalla de Zela. La fórmula, atribuida a Julio César —según Suetonio, la escribió tras la batalla de Zela, en la que derrotó al rey del Ponto— y que se traduce por Llegué, vi, vencí, se utiliza habitualmente para significar la rapidez con la que se ha hecho algo con éxito, a la vez proclamaba la totalidad de la victoria de César y sirvió para recordar al senado su destreza militar (César se encontraba inmerso en una guerra civil contra Pompeyo). Alternativamente, el comentario se puede ver como una expresión del desdén de César para el senado patricio (optimates), que tradicionalmente representaba el grupo más poderoso de la república romana. Veni, vidi y vici son la primera persona del pretérito perfecto simple de los verbos en latín venire, videre y vincere.