SERES SOCIALES:“LA DEMOCRACIA ES POR CONSIGUIENTE EL RÉGIMEN QUE NOS CONVIENE”

Es el Estado que debe proporcionarnos las herramientas necesarias para desarrollarnos en algo, para sentir que somos útiles en algo, no generando dependencia, asistencialismo, clientelismo o como quieran llamarle; sino potenciar lo que cada uno tiene y así lograr formarnos como personas, dejando lo demás para seres que realmente lo necesitan. En definitiva eso es mantenerte ocupado. Eso es tener un sentido de Nación, que se desarrolla con objetivos, sin los cuales no sabemos para donde queremos ir.

Y ahí es cuando me acuerdo que este país en el que me toco nacer tiene todo para hacer feliz a las personas que lo habitan, porque de ellas depende la grandeza. Y ahí también me entero de que el ser argentino tiene ciertas ventajas con otros ciudadanos de otras naciones, porque es un verdadero “piloto de tormenta”. Claro, sabe cómo es vivir en desorden, aunque él no lo genere, y ha sido tomado como ejemplo por otros que no entienden de eso y viven en orden constante. Si no sabes improvisa, ¡que palabra extraña! ¡Improvisa!. ¡Me suena a que no hiciste los deberes, pero a su vez podes tener una gran imaginación! Esto lo traigo a término porque en Argentina vivís improvisando. Y me acuerdo de nuevo del Estado, y ahora pienso que es el mismo Estado que genera todos nuestros males. Males que tenes que pagar, si queres ser argentino. Y la gente es la que siempre paga. Y están hartos. Y oís decir que este país en vez de evolucionar, involuciona. Y salís de tu casa y no sabes si vas a volver. ¡Yo tengo la solución! O al menos creo tenerla. ¡Qué buena frase! Lástima que las soluciones no llegan… ¿de dónde vendrán que tardan tanto? ¿Vos que decís? ¡Quiero ser más negativo!, ¡pero no me sale! ¡Que estupendo! ¡Ya no quiero escribir más! ¡En este país siempre pasa lo mismo!. Y ahí aparece la negación, y también vuelvo a cargar sobre el Estado. ¡Parece ser que el que tiene tiempo, planificación y recursos le salen mejor las cosas! ¿No? ¡Nosotros por ahora seguimos improvisando! ¿Hasta cuándo? Es en esta Argentina del 2011, donde en algunos lugares mueren de hambre, hay esclavos, la gente muere por un pedazo de tierra, hay estafados, e incluso otros todavía hablan de resucitar los trenes; cuando en realidad eso debería ser parte desde hace años del patrimonio nacional y orgullo de todos. Fíjense que paradójico es, que una línea de trenes y un hospital tienen como nombre General San Martin y son sinónimo de decadencia y abandono total. Miren si tenemos cosas importantes por las cuales ocuparnos, como que haya seguridad para todos, trabajo para todos, alimentos para todos, educación para todos (CON PRESUPUESTOS EDUCATIVOS PLANIFICADOS Y ACORDADOS PARA NO LLEGAR A MARZO SIN SABER SI TUS HIJOS EMPIEZAN O NO LAS CLASES) y ni hablar de la salud y otras cuestiones que se me escapan en este momento.  Es en esta misma Argentina donde otros ya vislumbraron una sociedad en orden, pero murieron en el intento. Solo nos resta hacer el bien… porque el que quiere el bien obtiene resultados buenos. Producto de no hacer lo anterior es lo que tenemos hoy. El Estado que no se ordena vive en caos constante. Es el orden establecido. Las pautas las hacemos entre todos y los lineamientos generales quedan para el gobierno, que nos ofrece luego el bienestar o mejor pasar de cada uno de nosotros; integrantes del país argento, ¡pero espera!, no te emociones que acá todavía eso lo estamos aprendiendo, ¡y bueno qué queres si llevamos ya más de doscientos años de historia! Como decía, les pido disculpas hay algo que me interrumpe y no me permite continuar,  un Estado ausente atenta contra la libertad de sus integrantes. Y ahora sí, para ir cerrando, voy a acordarme más de mí, de vos, de todos y prometo dejar de pensar tanto en el Estado, pero te voy a contar que el ser social es imitador de modelos, entre tantas otras cosas. Refiriéndonos a la sociedad, como conjunto de lo que somos, lo ideal sería copiar un modelo que nos lleve de un puerto al otro y no quedarnos naufragando a la deriva y  echarnos las culpas unos a otros por cosas que no deberían suceder… y vos miras a estos tipos y deseas que tengan un modelo a seguir… y que ese modelo favorezca a todos. Un modelo que nos permita trabajar juntos para asegurar el futuro de los argentinos. Eso es precisamente tener objetivos claros y definidos. Sin olvidar  que somos seres sociales, que necesitan el contacto con el otro para reflejar su personalidad o incluso mejorarla; necesitando que nos miren, que nos hablen, pero también que nos escuchen, para interactuar de alguna manera y no sentirnos vacios de contenido, preguntándonos una y mil veces ¿qué hacemos? ¿Para quién lo hacemos? ¿Por qué motivos? Hasta que finalmente hayamos lo que nos moviliza, aquello que nos da placer hacerlo, dejando de pensar tanto en morir, para mejor vivir, solo esperando que la muerte nos tome por sorpresa. Cambiaran algunas cosas… solo me imagino que van a ser para bien… mientras tanto injusticias… esto pasa a diario, no es un invento. Gracias.

Finalizando lo expuesto, me gustaría compartir con ustedes parte de la literatura de Esteban  Echeverría, quien fue un escritor y poeta argentino, que introdujo el romanticismo en el país. Por estos días hace bien refugiarse en sus letras. “El predominio de la individualidad nos ha perdido. Las pasiones egoístas han sembrado la anarquía en el suelo de la libertad, y esterilizado sus frutos: de aquí resulta el relajamiento de los vínculos sociales: que el egoísmo está entrañado en todos los corazones y muestra en todas partes su aspecto deforme y ominoso: que los corazones no palpitan al son de la mismas palabras y a la vista de los mismos símbolos: que las inteligencias no están unidas por una creencia común en la patria, en la igualdad, en la fraternidad y la libertad. ¿Cómo reanimar esta sociedad en disolución? ¿Cómo hacer predominar el elemento sociable del corazón humano, y salvar  la patria y la civilización? El remedio sólo existe en el espíritu de asociación. Asociación, progreso, libertad, igualdad, fraternidad, términos correlativos de la gran síntesis social y humanitaria: símbolos divinos del venturoso porvenir de los pueblos y de la humanidad. La libertad no puede realizarse sino por medio de la igualdad; y la igualdad, sin el auxilio de la asociación o del concurso de todas las fuerzas individuales encaminadas a un objeto único, indefinido, el progreso continuo; fórmula fundamental de la filosofía del décimo noveno siglo. Aquella organización social será más perfecta, que ofrezca mayores garantías al desarrollo de la igualdad y la libertad y dé mayor ensanche al ejercicio libre y armónico de las facultades humanas; aquel gobierno será mejor que tenga más analogía con nuestras costumbres y nuestra condición social. El camino para llegar a la libertad es la igualdad; la igualdad y la libertad son los principios engendradores de la Democracia. La Democracia es por consiguiente el régimen que nos conviene, y el único realizable entre nosotros. Preparar los elementos para organizar y constituir la democracia que existe en germen en nuestra sociedad: he aquí también nuestra misión. La asociación de la Joven Generación Argentina, representa en su organización provisoria el porvenir de la nación Argentina: su misión es esencialmente orgánica. Ella procurará derramar su espíritu y su doctrina; extender el círculo de sus tendencias progresivas; atraer los ánimos a la grande asociación nacional uniformando las opiniones y concentrándolas en la patria y en los principios de la igualdad, de la libertad y de la fraternidad de todos los hombres. Ella trabajará en conciliar y poner en armonía el ciudadano y la patria, el individuo y la asociación: y en preparar los elementos de la organización de la nacionalidad argentina sobre el principio democrático. Ella en su institución definitiva, procurará hermanar las dos ideas fundamentales de la época: patria y humanidad, y hacer que el movimiento progresivo de la nación marche conforme con el movimiento progresivo de la grande asociación humanitaria.”