Estromatolito en la cueva de El Soplao (Cantabria)

BACTERIAS DE UN MILLÓN DE AÑOS EN UNA CUEVA

Una roca oscura, casi negra, recorre centenares de metros entre las tinieblas de la cueva cántabra de El Soplao, en el curso de un antiguo río subterráneo. Una roca construida por pequeños organismos, mucho más pequeños que una milésima de milímetro, que la formaron hace un millón de años.
Después de casi dos años de trabajos, el equipo de investigación del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) ha logrado demostrar que esa roca negruzca surgió a partir de la actividad de esos microorganismos, dejando tras de sí fósiles de gran valor. Hasta ahora, este tipo de estromatolitos —la firma en piedra de los microorganismos primitivos— no se había encontrado en cuevas, ya que generalmente estas estructuras surgen como resultado de la fotosíntesis, mientras que en El Soplao se han formado en ausencia total de luz.
«Es la primera vez que se registra su existencia en cuevas, y además hemos tenido la gran suerte de que estén tan bien conservadas y en un yacimiento de tal extensión. Todo esto nos ha ayudado mucho a probar que se trata de estromatolitos», celebra Rafael Lozano, quien lidera el equipo del IGME que ha logrado este hallazgo, que se publica en el último número de la revista Geology. La principal aplicación de este descubrimiento es que la calidad de su conservación aportará importantes claves para el estudio de otros fósiles similares, mucho más antiguos, de alrededor de 2.000 millones años, y que arrastran numerosos enigmas. «Creemos que será un referente en el futuro. A partir de ahora, se mirarán mejor las cuevas», asegura este geólogo, que se muestra convencido de que el color oscuro de esta roca, en un espacio sin luz, es una de las razones por las que este hallazgo ha pasado desapercibido hasta ahora, a pesar del contraste con las blancas estalactitas que han hecho famosa a la cueva de El Soplao. Según Lozano, organismos de ese tipo que sean capaces de resistir en ausencia de luz sólo habitan en los fondos abisales, donde no dejan restos fósiles para su estudio. Estas bacterias, en lugar de nutrirse de la luz del sol por fotosíntesis, subsistían gracias a la quimiosíntesis por oxidación del manganeso. «Con esa actividad, aquellas diminutas bacterias generaban pequeños desperdicios hasta que se veían completamente rodeadas por montones de basurillas, quedando atrapadas. Al fosilizarse, ese residuo nos ha dejado moldes exactos de los organismos que los crearon», ilustra Lozano.

LOS ESTROMATOLITOS: Del griego ?????? str?ma = cama/alfombra y litho = piedra: son estructuras estratificadas de formas diversas, formados por la captura y fijación de partículas carbonatadas por parte de cianobacterias[1] en aguas someras que, en la fotosíntesis, liberan oxígeno y retiran de la atmósfera grandes cantidades de dióxido de carbono, que emplean en la construcción de los estromatolitos. Son los organismos vivos más antiguos del planeta, y se cree que son los primeros seres vivos de la Tierra. El espesor de las láminas es inferior a algunos milímetros y su forma es plana (este tipo de estructura se denomina laminación algal o criptalgal) a hemisférica y columnar. Los estromatolitos suelen presentar numerosos poros entre sus láminas, este tipo de porosidad se denomina porosidad fenestral. Características: Estromatolitos precámbricos en el Parque Nacional Glacier. Estromatolitos (Cámbrico) Los estromatolitos o camas de piedra son fruto de células que se agrupan en colonias formando rocas sedimentarias. Las células fosilizadas más numerosas se encontraron en tales rocas formadas al borde de mares cálidos. Al examinarlos en corte, al microscopio, se distinguen muchas capas superpuestas en finas láminas apiladas unas sobre otras en las que sólo la capa superficial contiene organismos vivos. Estas rocas son pues el resultado de la unión de minúsculos seres unicelulares, cianobacterias, que viven en mares cálidos y en aguas poco profundas. Las rocas se forman muy lentamente, capa sobre capa, al morir las células de una capa, depositarse el carbonato cálcico de sus paredes sobre la capa anterior y formarse sobre ellas una nueva capa viva. La causa del oxígeno en la Tierra: Hace unos 3500 millones de años, cuando en los océanos ya emergían millones de células vivas, aparecieron los estromatolitos. Ya hace 2500 a 1000 millones de años atrás, los arrecifes de estromatolitos estaban ampliamente expandidos y comenzaron a segregar un gas que fue causante de la primera extinción masiva del planeta. Este gas era el oxígeno y provocó un cambio drástico en la Tierra, notable hasta nuestros días.