La tomo convertida en demanda popular y la llevo como bandera política e hizo participe al trabajador de la vida política nacional

PERÓN IDENTIFICO UNA GRAN DIFERENCIA EN LA SOCIEDAD, DISTINTA DEL PODER DOMINANTE

Por Eugenio Kramer: Que fenómeno interesante este de la juventud y su entrada a la política, a la militancia. Fenómeno  tan analizado por los intelectuales de ambos bandos políticos de nuestra actividad política vernácula. Y digo ambos, porque son dos los bandos, por que no hay más que dos, los mismos de siempre, los que defienden los intereses de la nación y los que defienden los intereses económicos del capital internacional.

Porque a pesar de que hay muchos que quieren diferenciarse y presentarse como un propuesta alternativa, teñida de un progresismo renovado, de nacionalismo romántico, no son más de lo mismo que los demás. La rancia derecha argentina, solo que con un discurso nacional y popular, que después, parafraseando a Néstor, dejan en la escalera de la Rosada.

Por que así como el gobierno busca desmonopolizar, desconcentrar los intereses que son opuestos a los intereses de la sociedad y a la nación argentina, esos poderes e intereses sin bandera intentan desconcentrar aquellos ?monopolios? que no son funcionales a sus propios intereses; a saber: el Poder sindical, quieren un sindicalismo disperso, desarticulado, fácil de dominar que no pueda representar a los trabajadores de manera solida, que les permita a los capitales concentrados utilizar al trabajador como el fusible de sus perdidas, pero no como motor de sus ganancias.

Quieren también un sistema de partidos políticos abusivamente desconcentrado, compuesto de partidos que no representen porciones significativas de la sociedad que les permita tener una legitimidad propia, mas allá de lo que la aprobación mediática, controladora de la opinión pública, le aporte; ni tampoco una resistencia suficiente como para contrarrestar la envestida de los mismos medios (cualquier coincidencia con el 22% de Néstor es pura coincidencia) cuando ya ese gobierno sea obsoleto al cumplimiento de la voluntad de estos poderosos anónimos.

Pero, volvamos al tema de la juventud, un segmento muy amplio de la sociedad que se había ido de la política, que habían sacado de la política, para ser más sinceros. Un segmento de la sociedad victima de una política de exclusión intelectual, segmento el cual luego seria condenado por su falta de compromiso político. Porque, como se escucha, los jóvenes están en otra, esta juventud esta perdida, son una manga de vagos. Entonces vuelven los dinosaurios de siempre a hacerse cargo, los que estuvieron de la mano con los que destruyeron a nuestra patria, los que representaron los intereses de la entrega, el fraude, el derramamiento de sangre, la proscripción y la muerte. Pero como dice la gente ?La culpa no es del chancho, sino del que le da de comer?. La culpa no es de nosotros los jóvenes.

Hoy a los jóvenes nos da de comer otro, y ese otro no nos da de comer la gilada que nos dieron en los noventa de Charly, hoy los que nos alimentan saben como alimentarnos, porque son la generación que iba a cambiar la Argentina, la generación del 70, la misma generación que no pudo cambiarla por la alta concentración de gorilas (espero que no se me enoje Greenpeace), pero gracias a dios hoy los gorilas de antes son una especie en extinción………y lo festejo.

Hoy los jóvenes encontramos una fuente de alimento político e intelectual que nos incluyo, que nos hizo ver que somos un sujeto político importante y sumamente activo, que podemos ocupar espacios de poder y que principalmente nos hizo concientes que esta nación es nuestra y que si queremos un buen porvenir tenemos que hacerlo nosotros.

Considero que la lógica de construcción de movimientos políticos y sociales, esencialmente populares tiene que ver con una situación de «equivalencia en la diferencia», es decir una diferencia en un individuo, que coincide con esa misma diferencia en otro individuo, se convierte en una equivalencia de diferencias entre dos individuos, esas diferencias trasladadas a al resto de los actores sociales (individuos) se convierte en una demanda y esa demanda es levantada como bandera por aquel sector que se ve diferente a una totalidad diferente que los excluye y entonces reclama la igualdad. Cuando ese sector encuentra un liderazgo social, político, que toma la bandera de su reclamo, de su «diferencia equivalente», la levanta y la lleva a la mesa de las decisiones, aquel grupo se hace sólido y lleva a ese líder hacia adelante contra viento y marea.

Así fue el fenómeno Perón con el pueblo obrero, un líder que identifico una diferencia en un segmento de la sociedad, diferente del dominante. Perón tomo esa diferencia, convertida ya en demanda popular y lo llevo como bandera política e hizo participe al trabajador de la vida política nacional, a partir de allí ese segmento se identifico con su líder incondicionalmente.

Entonces, volviendo atrás en el texto. Este grupo de gente que hoy lleva adelante los destinos del país, encabezado por nuestra Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, perteneció a aquella juventud que tuvo una «diferencia equivalente» (la falta de participación, exclusión de la política, represión a las libertades, la proscripción de su lider). Juventud  que transformó esa diferencia en una demanda sectorial y popular. Pero que, en vez de ser incluidos por un liderazgo dentro de un esquema político y social progresista y transformador, fueron masacrados por un aparato político militar. O,  mejor dicho, por los últimos retazos de un aparato político entreguista, pensado por los mismos apellidos que forjaron una Argentina para pocos, bañada en sangre, apoyados por un esquema de política exterior yanqui que buscaba expandir ese neo imperialismo (hegemonía económica financiera) pos segunda guerra mundial. Los Gorilas.

Esa generación del 60 y 70 hoy gobierna el país y como un buen padre que no quiere que los mismos errores que se cometieron con el, se cometan de nuevo con sus hijos, ha visto en la juventud de hoy, (que casualmente somos hijos de los que quedaron del 60 y 70), la necesidad de participar, de dejar la pelotudez y formar parte activa de un futuro. Entonces pregunto, como no los vamos a seguir, como los jóvenes no nos vamos a ver identificados en Néstor y Cristina, si nos dieron la chance de ser nuevamente nosotros, quienes hagamos nuestro futuro.

Eso los asusta, y mucho, a los gorilas que aún habitan nuestra tierra, porque se saben pocos, viejos y débiles, porque saben que aquella revolución que apagaron en el 55, que volvieron a apagar en el 76 aun sigue viva, encendida y esta empezando a arder con la energía de una juventud que quiere cambiar las cosas.

La manifestación masiva y emotiva de jóvenes a despedir los restos mortales de nuestro líder Néstor Kirchner es el principal indicio de esta revolución en gorilandia. Por Eugenio Kramer