Asi como en el siglo XVIII se agoto el sistema de tormentos y flagelos y se busco penar con un bien mas preciado, como lo era la libertad en su momento, creo que hoy esta agotado el sistema de la pena privativa de libertad y que nos urge buscar una alternativa, innovadora, distinta…. habra que evaluar cuales son los nuevos estandares de grandes valores, justipreciarlos y buscar por ese lado….

Lo que realmente me preocupa, es que en la sociedad capitalista en la que vivimos, todo tiene precio y terminemos «tasando» (cual juez en su sentencia) los derechos mas personalisimos como la vida o la salud… ahí habra triunfado el capitalismo…. no?

El gran desafio que nos queda como sociedad es descubrir cual es ese camino y desandarlo prontamente, pero es un camino algido que hay que encarar con muchisima seriedad, porque los riesgos de caer en la deshumanizacion del ser son altisimos y con el devenir del tiempo, lo que se construyo como solucion, no es mas que la raiz del problema.

Y es allî donde el gran desafio, se vuelve titanico, porque la tarea de encontrar una forma de penar, pero sin perder de vista el espiritu de reinsercion que debe necesariamente acarrear toda condena, se me hace inimaginable, porque los hombres, por su propia esencia, pierden la objetividad, si es que en algun momento la logramos, y exacerbamos los mas bajos instintos de revanchismo y venganza y quizas por el mismo miedo a lo desconocido, o por un sistema autoinmune, buscamos aislar lo dañino sin conocer lo que realmente causa tales conductas. Es por ello que esta dificil tarea debe ser realizado por el mas amplio espectro, con el fin de conseguir una solucion integral y expedita, porque a fin de cuentas, solo un necio o un idiota podria negar que la madre de los problemas es la desigualdad y la exclusion, en conclusion, la educacion.

Pero es menester encontrar herramientas, que gradual, paulatina y porque no experimentalmente, comienzen a funcionar al efecto de conseguir muestras de conductas e interaccion humanas, casi como sociologos….

Se me hace extremadamente dificil no pensar en el factor economico que hoy, a mi humilde entender, desata las grandes crisis personales, la necesidad de pertenencia a determinados grupos y sus idiosincracias propias, hacen que aquellos que no poseen los medios los logren a cualquier costo, incluso si eso es la vida ajena, o peor aun, la propia…

Pero en este apresurado y desprovisto de todo caracter cientifico mas que la experiencia, analisis y diagnostico, es del que surgen las posibles soluciones… Y si en vez de la libertad, los privaramos (que fea sensacion de autoritario me queda en los dedos luego de tamaña palabra) de aquello que desesperadamente buscan? Si la condena fuera el trabajo de aquel, en la medida de lo arrebatado? Si en vez del aislamiento, donde el tamaño de la fechoria, es directamente proporcional al «respeto» y privilegios obtenidos dentro del mismo, los diseminaramos por laboriosos lugares, con el fin de que logren aprehender el significado de sacrificio y hagan suyo el concepto?

Ahora bien, asumo la inaplicabilidad para el conjunto, pero si comezaramos con pequeñas pruebas? Si aquel que robo para comprar un par de zapatillas ( me excuso por el ejemplo, pero no es mas que eso, un ejemplo) tuviera como pena el uso de alpargatas con mas las jornadas laborales necesarias para adquirirlas? Suena por lo menos utopico…. Pero sino tengo utopias a los 27, cuando deberia tenerlas? Mi propuesta es prematura y adolesce de efectividad, pero no deja de ser un puntapie para abrir un debate, necesario para la epoca que nos toca.